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Mirada Incisiva

Saprissa sigue el principio del absurdo

Aunque los dirigentes del Deportivo Saprissa digan que en el club todo se hace bajo una estricta planificación deportiva, lo cierto del caso es que, torneo a torneo, las cosas siguen por el mismo camino en la institución morada.

Dicen que el principio de lo absurdo es pretender resultados diferentes haciendo las mismas cosas. Bueno, pues esto aplica muy bien a lo que hace el Saprissa desde hace muchos años.

La llegada del español Ángel Catalina no ha cambiado nada en cuanto a la política de contrataciones y conformación de planilla del equipo. Y no ha cambiado porque el que sigue dando el visto bueno económico es Juan Carlos Rojas.

Y mientras eso sea así, las cosas no cambiarán. Los gerentes deportivos deben ceñirse a un presupuesto y de ahí no se pueden salir. Esto no es malo; lo equivocado es cómo se conforma una planilla que, según Rojas, es la más costosa del país -arriba de los $100.000 mensuales-.

Aquí es cuando uno se pregunta cómo es posible que ese dinero esté tan mal invertido; o mejor dicho, tan mal balanceado dentro del plantel. Acaban de prescindir de cinco jugadores que, curiosamente, llegaron al cuadro como refuerzos al principio de temporada. Ninguno rindió.

Segundo, la experiencia contratando jugadores de bajo perfil no ha dado resultados positivos, no de ahora, sino de años atrás. Recordemos el experimento de los tres futbolistas provenientes de Grecia, los de Carmelita, recientemente los que trajeron de Sporting (acababa de salvarse del descenso).

Ahora, la dirigencia morada vuelve a equivocarse. Las tres contrataciones anunciadas por Catalina dejan muchas dudas. Francisco Rodríguez y Andy Reyes, delanteros, no marcaron un solo gol en todo el torneo anterior. Entonces, ¿cuál el mérito para llevarlos a la “S”? Ryan Bolaños es un jugador regular, con buena pegada, pero tampoco ha hecho nada para haber sido considerado para vestir la morada.

Saprissa no es un equipo (bueno por lo menos no lo era en tiempos de don Ricardo Saprissa) para probar o resucitar jugadores. El club siempre se jactó de tener en sus filas a los mejores futbolistas del país. Hoy eso parece un lindo recuerdo del pasado pues, aunque tiene a algunos, otros cuadros lo superan, casos concretos de Alajuelense y Herediano.

La política de fichar “bombazos” tiene sus pro y contra. Algunos dicen que la Liga ha fracasado con sus contrataciones de este tipo. Puede que tengan razón, pues al final los títulos son los que cuentan. Pero vamos, ¿hace cuánto la afición saprissista no vibra ante la llegada de un jugador espectacular?. Creo que el último de esa especie fue Johan Venegas y dos años después la Liga se lo arrebató.

Guardando las comparaciones obvias, clubes como Real Madrid, PSG, Manchester City, entre otros, buscan dar este tipo de golpes para apuntalar su planilla, pero también para generar un sentimiento de orgullo dentro de su afición.

Me late que Juan Carlos Rojas es de la política de austeridad que raya en la mediocridad. Para el presidente, con ganar un titulo al año es suficiente para tener a la afición tranquila. A pesar de que dice seguir a pie juntillas el legado de don Ricardo, aún no aprendió que en el Saprissa se debe ganar hasta en los colectivos de un entrenamiento.

Por ello, me hace gracia ver las contrataciones del “Monstruo”: delanteros sin gol, sin regularidad, sin ningún peso futbolístico. Eso lo puede hacer cualquier equipo, menos Saprissa porque su tradición y abolengo no le permiten darse esos lujos, (bueno ahora con Horizonte Morado parece que sí). Si no funcionó hace seis meses, si no ha funcionado en varias otras ocasiones, por qué siguen haciendo lo mismo. ¿Absurdo…?

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