Los tres equipos más importantes de la primera división del fútbol nacional -por lo que han logrado de hace varias décadas a la fecha- perdieron sus respectivos partidos el fin de semana pasado, y eso ha hecho saltar algunas coincidencias entre los más fanáticos seguidores de las tres divisas.
Se supone que esas aficiones son antagónicas. Pero, por estos días, si alguien los escucha y no pregunta a qué equipo siguen, parecerían ser seguidores de una misma divisa.
Saprissistas, liguistas y heredianos, por igual, están molestos. Diría que hasta insoportables. Está firmemente consolidada en sus mentes la idea de que sus equipos son invencibles en el torneo nacional y, por ende, han de ganar todos los partidos.
Y si eso no ocurre, como en la jornada tres del Clausura 2019, entonces la emprenden contra sus respectivos técnicos. Resulta que ahora todos son unos inútiles. No saben nada de fútbol. Están allí solo por argolla. Y hay que echarlos, porque solo así los equipos van a alcanzar el título al final del torneo.
A mi me dicen que el fútbol no se vive igual si se vive sin pasión. Pero es que yo insisto en que una cosa es la pasión, que no quita la razón, y otra cosa el fanatismo, que suele cegar a quienes lo padecen.
Vladimir Quesada, en sus primeros dos torneos al frente del Deportivo Saprissa, quedó campeón y quedó subcampeón. Pero, la afición sigue teniéndolo en la mira. Un sector simplemente no lo quiere. Pero, no lo dicen así de claro. Y siguen pensando que solo fue campeón porque sus rivales andaban mal.
Hernán Medford, ya fue campeón y fue subcampeón con el Herediano. Los aficionados estaban felices cuando se anunció su vuelta. Pero tras las primeras derrotas, ya comienzan algunos a pedir su cabeza.
Y, en la Liga, desde que no campeonizaron en el torneo pasado, se escuchan voces persistentes en contra de Luis Diego Arnáez. Ahora la moda es decir que no sabe leer los partidos y que, por ende, hace malos cambios. Y no faltan quienes digan que tienen argollas, aunque la mayoría de las veces mueves sus alineaciones.
Insisto: yo creo que el fútbol hay que vivirlo con pasión. Pero eso no se contrapone a la razón. San Carlos está jugando muy bien desde que estaba en la Liga de Ascenso. Guadalupe le hizo un gran partido a Saprissa. Limón va invicto y a hoy, es líder.
No se por cuanto tiempo se van a mantener esas tendencias. La posibilidad de que al final, los tres granes lleguen a la segunda fase y se disputen el título entre ellos, claramente está allí. Pero, yo celebro este tipo de “rebeliones”. Y no me refiero a las de los fanáticos molestos. Me refiero, por supuesto, a los equipos pequeños que tratan de justificar su participación en el torneo y que procuran no ser “comparsas” de nadie, al menos hasta donde les aguante la cuerda.
Realmente, me emociona el arranque del torneo. Y no porque pierdan los grandes. Sino porque otros equipos traten de hacerles partido. Eso siempre será bueno para el fútbol nacional.
