El marcador pudo haber sido otro. La Selección Nacional de Fútbol pudo haber ganado ante Haití en su debut en la CONCACAF Liga de Naciones. Pero, no fue así. Apenas le alcanzó para el empate a 1.
El equipo careció de correcta coordinación y mostró serias deficiencias tanto en defensiva como en ofensiva, lo que advierte el enorme reto que tiene el nuevo técnico, Ronald González, y que deberá resolver si tiempo.
El juego:
El juego comenzó lento. Los costarricenses trataban de tocar, pero con muchas imprecisiones, lo que finalmente implicaba pérdidas de balón en todos los sectores de la cancha.
Los haitianos le regalaban la salida a Costa Rica, pero cuando recuperaban el balón lo lanzaban largo, para tratar de encontrar espacios a la espalda de los defensores centrales.
Teóricamente, Costa Rica jugó con dos puntas, pero en realidad, Moya se posicionaba detrás de Ortiz. En media cancha, Celso y Cruz se repartían las tareas de recuperación, pero no se acompañaban bien con Joel y Leal.
Al 29, Haití tuvo dos ocasiones claras de gol. Basile reventó el balón en el palo, con un gran remate al que Navas no llegó y, luego, Celso perdió el balón en salida, frente al área, y Pierrot vio como el arquero nacional le desviaba su remate.
Costa Rica no encontraba claridad en el manejo de la pelota. De hecho, los ofensivos bajaban en demasía para tratar de tener presencia en el juego. La mejor jugada ofensiva nacional se presentó en 35 minutos, con una muy buena elaboración en un saque de esquina, para terminar con remate de Campbell y desvío de Placide.
Para el arranque del segundo tiempo, González mandó al terreno de juego a Dylan Flores en lugar de Moya, lo que dejaba solo un hombre al frente, pero ofrecía mayor acompañamiento en la media cancha.
Así, muy rápido, la Sele llegó dos veces; la mejor, la segunda, cuando Flores centró a la subida de Ortiz, que remató desviado.
Y, apenas en 53 minutos, llegó el primer tanto para Costa Rica. Fue una conducción desde el fondo, en que Celso abrió el juego por derecha, a la subida de Blanco, y este centró preciso a la cabeza de Ortiz, que cambió su remate al palo contrario de Placide, quien solo observó como cuajaba la anotación.
Tras la anotación, se vino el ingreso de Nazon en Haití, y con ello los caribeños recuperaron la iniciativa. De hecho, Nazon sacó un potente remate de derecha, pegado al palo derecho de Navas, que apenas alcanzó a desviar.
El banquillo nacional reaccionó con el ingreso de Lassiter, para tratar de reactivar las conexiones por el sector izquierdo. Unos minutos más tarde, se pasó a línea de cinco, con el ingreso de González. Pero el ajuste no supuso que Blanco y Oviedo aportaran más en la ofensiva.
