El Deportivo Saprissa hipotecó sus opciones en la serie ante el Club Atlético Independiente, de Panamá, en el marco de la Liga CONCACAF, al desperdiciar una ventaja de 2 goles tras el primer tiempo, para terminar con un triunfo agónico de 3 – 2.
Si bien los morados sacaron la victoria, el tema aquí es que irán a Panamá, dentro de ocho días a enfrentar a un cuadro canalero que se lleva dos goles de visita, y que los recibirá en el estadio Chorrillo, que tiene una cancha sintética de pequeñas dimensiones, muy diferente en todo sentido al Ricardo Saprissa.
El partido:
El juego se concentró en el medio campo en los minutos iniciales. Ninguno de los dos equipos tenía profundidad y tampoco había un dominador.
Al cuadro morado le costó manejar la pelota como lo promueve su técnico Walter Centeno, y a partir de ello, casi no generaba juego.
Los panameños, que antes de salir a la cancha entonaron varios cantones cristianos en su camerino, se mostraban ordenados en todas sus líneas, enfocados no solo en defender sino en ir al frente con suficientes hombres. Pero no generaban peligro.
Saprissa abrió el marcador a los 17 minutos, justo después que los panameños se perdieran su mejor llegada hasta el momento. Angulo recibió un servicio profundo por derecha, y sacó un centro preciso, a la cabeza de Venegas, que resolvió aún mejor. 1 – 0.
Tras la anotación, pocas llegadas. No fue un impulso para los tibaseños, que regresaron al ritmo pausado de los primeros minutos. Para ellos, lo bueno fue que Independiente dejó de competir por la pelota.
Una salida rápida deparó un desvío de balón sobre la línea de fondo. De saque de esquina sobrevino el 2 – 0 para Saprissa. Angulo cobró, Miller extendió al segundo palo, y Venegas entró en solitario a empujar el balón al fondo de la red. Corría el 45+1.
Apenas se estaban acomodando los equipos luego del arranque del segundo tiempo, cuando entre Miller y Briceño les regalaron el descuento a los panameños. El arquero no llegó a la cobertura al ingreso del área, y el defensor le anticipó, para lanzar la pelota sobre su propia área chica, donde Aguilar ingresó en solitario para controlar y tocar as la red. 2 – 1.
Y, al 60’, el empate. Browne recibió el balón por la derecha, y nadie le llegó a la marca. Controló, avanzó y sacó potente remate a primer lao. No hubo reacción de Briceño. 2 – 2, y comenzó el concierto de silbidos en las gradas.
