El Ministerio de Salud no le hará ninguna excepción al fútbol de alto rendimiento en lo que respecta al protocolo sanitario aplicable a cada una de las competiciones que tiene en marcha.
El jueves el ministro del Deporte, Hernán Solano, comunicó la decisión a la Comisión Médica de la UNAFUT, que con el aval de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL) terminó por representar también a la primera división del fútbol femenino y al de la Liga de Ascenso.
La situación generó el malestar de los dirigentes, al punto que están pidiendo una reunión urgente al presidente de la República, Carlos Alvarado, y al ministro de Salud, Daniel Salas, para tratar de rescatar su iniciativa.
“El planteamiento consiste en que, ante la aparición de un jugador positivo de COVID-19, sea por prueba de laboratorio o por nexo epidemiológico, se suspendía de inmediato sus entrenamientos y partidos, y se procedía -a costo del club- a realizar pruebas de laboratorio (PCR) a todo el plantel de jugadores e integrantes del cuerpo técnico y que, aquellos que resultaren con prueba negativa de COVID-19 se pudieran reincorporar a los entrenamientos y partidos, con el compromiso de repetir la prueba en cinco días y de salir negativa de nuevo, continuara su actividad normal”, resumieron las organizaciones esponsables de las ligas en ujn amplio comujnicado difundio este viernes.
De hecho, de la mano de la Federación, las Ligas entraron en un convenio con Laboratorios Labín, para la realización de las pruebas, bajo un esquema en que esta firma canjea un 50 por ciento del costo, y el resto se paga a partes iguales entre cada equipo y la FEDEFUTBOL.
“Tal como se indicó en nuestro documento, esto se está haciendo en las competiciones deportivas más importantes del mundo con bastante éxito, tanto en Europa como en América, incluyendo la Liga MX de México y la MLS de Estados Unidos”, agrega el comunicado.
