Quizá por exceso de confianza; quizá por olvido; quizá por falta de previsión… Lo cierto del caso es que, pese a la entrada de la época lluviosa en la mayor parte del territorio nacional el Protocolo de la Liga Promérica de la primera división del fútbol masculino no incluye ninguna previsión en torno a la eventual suspensión de partidos.
Pese a ser un documento detallado de 16 páginas, en el acuerdo suscrito por la UNAFUT, la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL) y el Ministerio de Salud, no se contempló cómo se procedería en caso de suspensiones de encuentros.
Las nuevas disposiciones modifican muchos términos de la reglamentación del torneo y fueron avaladas por el Comité de Licencias de la Federación, que las integró en los requisitos para competir. De manera que todas esas modificaciones proceden.
Entre otras cosas, se limita a los equipos a llegar al estadio sede del encuentro solo con una hora de antelación al encuentro, para reducir el tiempo de permanencia de los jugadores en los camerinos a casi nada.
Sin embargo, no se establece qué pasaría si el inicio de un partido debe ser retrasado por lluvia o algún otro problema. Y tampoco se dice cómo se debe proceder en caso que el encuentro deba ser suspendido para una fecha posterior.