Mariano Torres atizó la hoguera de la polémica al finalizar el juego en que el Deportivo Saprissa cayó 2 -0 ante el Club Sport Herediano. Torres llegaba en capilla ardiente al partido de anoche. Cuatro tarjetas amarillas tenía sobre su espalda. Una amonestación más y se perdía el crucial juego del clásico ante el archirrival, Liga Deportiva Alajuelense.
Corría el minuto 58 de juego y en una confusa situación entre Michael Barrantes y el árbitro central, Adrián Chinchilla, Torres reclamó la decisión del silbatero y de inmediato el réferi amonestó al volante saprisista. Ac umulaba su quinta amarilla.
En zona mixta, el volante atendió a los medios y de inmediato recriminó la decisión tomada por Chinchilla. Indicó que la decisión de amonestarlo ya estaba arreglada.
“Que me sacaran la tarjeta amarilla estaba súper arreglado. Hace cuatro fechas vengo jugando con cuatro amarillas y justo hoy (ayer), antes del clásico me amonestan. Es obvio y yo sé que estaba arreglado”, sostuvo.
En cuanto a la jugada que deparó su amonestación, Torres aún no se explica que fue lo que sucedió y el porqué de la decisión del árbitro.
“Estábamos hablando de la jugada en la que Barrantes le choca la pelota al de la barrera y que tendría que haber parado la jugada y me sacó la amarilla, nada más. El árbitro simplemente me amonestó porque tenía ganas. Estábamos hablando bien y me amonestó”, agregó.
Ante el Herediano, Mariano Torres ocupó la posición de volante de contención. Una labor desconocida para el argentino. Su misión siempre ha sido crear juego y no “destruir”. Sobre su labor en el terreno de juego, expresó lo siguiente: “Me sentí bien. El técnico decidió que juegue ahí. Yo estoy a disposición de él y del equipo. Tengo que tratar de rendir y ayudar al equipo donde toque jugar”.
Walter Centeno, técnico morado, deberá buscar el sustituto de Mariano Torres para este sábado a las 6:00 PM, cuando los tibaseños visiten el reducto manudo para tratar de quebrar la racha de 5 partidos sin victoria.