Marco de la final ilusiona a seleccionadas

Con un grupo de 30 jugadoras, la Selección Nacional de Fútbol comenzó un micro ciclo de trabajo que se prolongará hasta el 24 de diciembre, y que será retomado el 2 de enero, tras una corta pausa.

La cercanía de los días festivos no fue atenuante ni factor en un camerino que, esta vez, vive de una manera diferente el trabajo. Y lo vive diferente por todo lo que ocurrió en torno a la final de la Liga Femenina, con un llenazo en el estadio Alejandro Morera Soto, que ilusiona a las jugadoras.

Sin perder de vista el reto inmediato para la tricolor, que será la eliminatoria preolímpica, en el camerino se respira un aire de emoción porque se siente menos lejano el día en que el fútbol femenino pueda dar, por fin, el salto hacia la profesionalización.

Melissa Herrera, quien, desde Francia, donde milita con el State de Reims, de la División 1, alentaba a través de sus redes sociales para que los aficionados se hicieran presentes al estadio, llegó al país el propio lunes por la noche, con la esperanza de poder ir directo al estadio. Pero, no pudo conseguir entrada.

Confiesa que al ver lo que había ocurrido tanto en la final vuelta del Clausura 2019, entre CODEA Liga Deportiva Alajuelense y Moravia, y luego en la final ida, entre Saprissa y Alajuelense, se ilusionó con la idea de que se pudiera alcanzar una asistencia récord de unos 10 mil aficionados.

Y ya no pudo describir lo que sintió cuando el estado se llenó por completo, algo que su compañera de Selección, Raquel Rodríguez, quien milita en el Sky Blue, de Nueva York, Estados Unidos tampoco encontró palabras para explicar.