Javier Chacón y su tiro bañado en oro

Con el corazón en la mano… Así cerró más de un aficionado al quinteto josefino en la gran final de baloncesto masculino entre San José y San Ramón efectuada la tarde del sábado en el Polideportivo de Cartago.

Si bien los favoritos eran los moncheños, San José nunca se dio por menos y entró decidido a regresar al trono, pues el año anterior había quedado eliminado en semifinales por este mismo rival.

A falta de 50 segundos el juego favorecía a los poetas 50-49 pese a que los josefinos habían terminado arriba en los cartones durante los primeros tres cuartos. En la agonía aparecieron las emociones, el cansancio y los nervios que sin duda llevaron a ambos cuadros a algunos errores.

Javier Chacón se convirtió en genio y figura del encuentro. Su tiro prodigioso, fuera de la línea pintada fue bañada en oro y entró en el momento más esperado por su equipo para sacar una ventaja de dos puntos que terminó de redondearse con un punto más desde el tiro libre por Andrés Brenes. Pizarra definitiva 53-50 y el título para San José.

Esa canasta de Chacón, de tres puntos, le dio alma, vida y corazón a San José. Cayó como un balde de agua fría en San Ramón que por más que quiso hacer su mejor tiro, no tuvo tiempo para más.

“Para serle sincero, vi el reloj y en ese momento tomé confianza y lancé; gracias a Dios entró. Claro, uno trabaja y entrena para que las cosas salgan y por dicha se dio en el momento preciso”, dijo Chacón.

Tiene 11 años de jugar baloncesto. Inició en San Carlos con su papá que era entrenador. Luego fue becado por el Colegio Seminario que para “mí es como una segunda familia. Siempre me han tratado muy bien”, finalizó.

Desamparados se dejó el bronces, tras vencer a Naranjo, con piazarra de 63 por 47.