Aunque Francia clasificó a octavos de final invicto y Brasil dejó en el camino 3 unidades, eso es cosa del pasado. Ahora, en esta etapa, tendrían un duelo de pronóstico reservado que se esperaba fuera abierto y de buena calidad.
Tal y como se prevía el partido fue disputado. La posesión del balón estuvo muy pareja y los dos cuadros intentaron dejarse la victoria en el tiempo regular. Pero, al final, resultaron necesarios los tiempos extra para que Francia obtuviera el boleto a cuartos de final, con un marcador de 2 goles por 1.
Los primeros 45 minutos iniciaron con un Brasil que se adueñó del balón. En defensa se pararon de forma sólida y salían jugando. Cuando se encontraban en el medio campo Marta, la veterana futbolista, se encargaba de meter balones filtrados para sus delanteras.
Francia no se quedó atrás. Fue una selección que tardó un lapso en acomodarse, pero apenas lo hizo contó con más fuerza. Jugó muy rápido en el último cuarto de cancha, donde sacaron algunas faltas a su favor, producto del juego brusco de las rivales.
No hubo muchos remates, pero la opción más clara estuvo en la selección carioca. Debinha le sirvió el balón a Cristiane, quien ingresó al área sola y, en lugar de hacer un pase, remató justo donde estaba la guardameta.
Francia inició la segunda parte con un fútbol ofensivo. Tenían transiciones rápidas por el centro e, incluso, por los laterales. Tuvieron varias opciones para vencer a Barbara, quien realizó algunas salidas en falso.
A los 54 minutos la selección gala encontró la jugada ideal para anotar. Por el lado derecho, Diani dejó atrás a su marcadora, llegó hasta la línea final, centró y Gauvin apareció para extender su pie y celebrar.
De inmediato, Brasil encendió su maquinaria. Marta la comandó y en asociación con Formiga diseñaron una serie de ataques. A los 63 minutos llegó el empate. Thaisa agarró un balón que fue rechazado en el área y, de pierna derecha, venció a la arquera Bouhaddi.
El gol se convirtió en la clave para que el partido fuera más abierto. Se vivió con más intensidad y fluidez. Aunque las cariocas funcionaron mejor, no sentenciaron el partido en los 90 minutos regulares.
En los tiempos extra reinó la cautela. Ninguna de las dos escuadras arriesgó más de lo necesario. Cuando iban al ataque, siempre procuraron dejar bastante gente atrás. Además, producto del cansancio se presentaron desconcentraciones e imprecisiones en los pases.
