Fiesta manuda terminó en frustración

A la 1:00 de la tarde del domingo, ya las gradas del estadio Alejandro Morera Soto estaban a un 50 por ciento de aficionados, mientras miles hacían fila a las afueras del inmueble para ingresar.

La fiesta estaba montada desde muy temprano, pues los seguidores de Liga Deportiva Alajuelense estaban totalmente seguros de que su equipo lograría remontar el marcador adverso de 2 – 0 con que llegaba a esta definición, tras caer en la Ida de la final ante el Club Sport Herediano.

Pocos, poquísimos florenses asomaron al Morera Soto para la ocasión. Al menos si se mide por los signos externos como camisetas, gorras o algún otro distintivo visible. De hecho, observamos solamente una aficionada en el sector de sombra, pero acompañada por un manudo.

Y, en el lado de sol, que por cierto por la hora parecía sombra, algún seguido liguista reportó haber visto tres aficionados florenses.

Una vez que el cuadro local salió al calentamiento, inmediatamente la afición se prendió, y se escuchó con fuerza el grito de “si se puede, sí se puede”, desde todos los sectores de las graderías.

Ahí entró en escena el anunciador del estadio, para pedir apoyo para el arquero Adonis Pineda, responsable directo en los dos goles con que llegaba Herediano al partido, por los errores puntuales que cometió el miércoles.

Ante un sol radiante, y apenas un ligero asomo de lluvia, que se disipó rápidamente y q ue alguna gente ni siquiera notó, saldrían los florenses a su etapa de calentamiento, mientras los árbitros lo hicieron de último, y prácticamente nadie se dio por enterado de su presencia.