Erick Marín es sinónimo de lucha, de fuerza, y de nunca darse por vencido. El jugador de Guadalupe FC ha jugado sus partidos más importantes contra el cáncer. Hace un año en uno de sus testículos y hace aproximadamente 4 meses contra un ganglio que le apareció en su abdomen. El tratamiento por 10 semanas ya lo terminó. Lo peor lo ha superado nuevamente y quiere un resurgir en su carrera.
Marín indica que con la ayuda de Dios y de su familia las canchas de la Primera División lo esperan el próximo torneo con Guadalupe.
-¿Cuál es su estado de salud actualmente?
-La salud ha ido en una mejora día a día. Me quedan unos síntomas que son los ascos, los olores fuertes, olores a comida pero realmente cada día voy mejor. La ayuda de Dios y de mi familia ha sido innegable y me siento muy bien.
-¿Cómo se afrontan 10 semanas de Quimioterapia?
-Fue una dura experiencia. Son tratamientos muy agresivos. Lo que entra en su cuerpo es veneno. Uno sufre cambios muy violentos en el cuerpo, pero todo lo pude sobrepasar gracias a la ayuda de Dios. Creí que sufriría más.
-Han sido dos cáncer en un año, el de testículo y el de la zona abdominal, ¿cuál ha sido más complicado de superar?
-El de los ganglios. Con este recibí una quimioterapia más fuerte. Fueron 10 semanas de quimioterapia. Fue muy cansado porque era hospital – casa, hospital – casa, mientras que en el de testículo fue solo una quimioterapia y en 15 días ya estaba prácticamente recuperado.
-La fuerza que siempre lo caracterizó dentro de la cancha no se compara con la fuerza mental que hay que tener para superar estas enfermedades en un año…
-Es totalmente diferente. En el fútbol siempre he sido muy luchador. Nunca he bajado los brazos ni he dado una bola por perdida. Me gusta ganar. Pero en el futbol he tenido momentos para descansar, para relajarme. En esta situación no he tenido un solo momento de relajación. Esto tenía que atacarlo con buena actitud, buenas vibras, rodearme de personas positivas. Siempre lo afronté con una sonrisa aunque tuve mis días oscuros. Este ha sido el partido más difícil de mi vida hasta el día de hoy.
