La Selección Nacional de Canadá y la de Nueva Zelanda se enfrentaron en un juego que definía bastante para cualquiera de los dos equipos. Por lo tanto se esperaba que fuera abierto, donde ambos buscaran ganar.
A pesar de que las dos selecciones se pararon de forma similar sobre el terreno, solo las canadienses salieron decididas por la victoria. Tuvieron más peso en ofensiva, mientras que las neozelandesas se concentraron en hacer un planteamiento conservador.
El juego:
En la primera parte, Canadá presentó una propuesta más ofensiva. En el último cuarto de cancha ensayó varias combinaciones con el fin de penetrar la defensa rival. También, puso en práctica algunos balones filtrados cuyo objetivo eran las delanteras.
Sus opciones eran variadas, por abajo, el centro, los costados y hasta con tiros de esquina. De hecho, mediante esta jugada, estuvieron cerca de anotar, pero toparon con la mala suerte de que el balón se estrelló en el poste y luego, en el contra remate, fue sacado de la línea de meta.
Conforme transcurrió el tiempo las neozelandesas cedieron cada vez más la iniciativa. Dejaron que las canadienses manejaran el encuentro. Se caracterizaron por el orden en defensa y, sobretodo, la presión que intentaban ejercer cuando los rivales tenían la posesión del balón.
La segunda parte inició con el ritmo vertiginoso de Canadá, que muy rápido se puso al frente en el marcador. Fue una jugada que incluyó un balón en profundidad para que Prince realizará un pase retrasado donde se encontraba Fleming, quien definió con tranquilidad.
Con esta acción era de esperarse que Nueva Zelanda hiciera ajustes en su planteamiento y que produjera acciones ofensivas que les permitiera anotar, pues el marcador no les favorecía en lo más mínimo. Pero, demostraron que no tenían ideas e, incluso, sacaron a una delantera para reforzar la defensa.
