Alemania y China se encargaron de abrir la acción del grupo B del Mundial Femenino mayor de fútbol que se celebra en Francia. Esas dos selecciones también tienen de rivales a España y Sudádfrica que se enfrentan a segunda hora.
El partido fue dominado por Alemania, que tuvo una posesión del 62%, fue más ofensivo y contó con las mejores opciones. Pero, el juego se le complicó porque China se encargó de cortarlo con bastantes faltas.
Desde el pitazo inicial Alemania controló las acciones. Se fue al frente con un fútbol que destacaba por ser muy rápido, especialmente por los costados y con paredes que solían finalizar con remates peligrosos.
También fue el cuadro que tuvo las mejores opciones y su eje de ataque giró alrededor de Popp. A los 4 minutos ya llevaba dos avisos, como el centro que ejecutaron por la derecha que fue desviado levemente por la portera Shimeng.
A China le costó meterse en el partido y salir de la férrea presión ejercida por Alemania, pues cuando el balón estaba en su poder las teutonas lo ganaban. Sin embargo, en defensa se mostraron ordenadas, incluso en las jugadas aéreas.
Las orientales tuvieron dos contragolpes donde aprovecharon errores de Alemania en defensa. No obstante, sus delanteras no andaban atinadas, especialmente Yang Li, quien fue la protagonista de esas jugadas y perdonó.
La segunda parte comenzó con un fútbol enredado. A las dos escuadras les costó acomodarse y elaborar varios pases seguidos. Todo indicaba que predominaría el juego cortado y con imprecisiones.
Poco a poco, Alemania fue desarrollando un fútbol más elaborado, con combinaciones y cambios de juego. Continuaron teniendo acercamientos importantes, pero les hacía falta la estocada final. Siempre se topaban con un muro defensivo que se encontraba sincronizado y que anticipaban la jugada.
Aunque, tras un tiro de esquina, se rompió el cerco y llegó el gol teutón. Una vez ejecutado, fue rechazado por la defensa China, pero le quedó a Gwinn, quien, desde los linderos del área grande, la empalmó de pierna derecha para que su selección celebrara los tres primeros puntos en este mundial.
Por su parte, la selección oriental continuó desplegando un fútbol muy físico, generando más faltas que opciones de gol. La parte ofensiva siguió restringida a uno que otro contragolpe que se encontrara por fallos en la zona baja de su contrincante y que no fueron peligrosos.
