Hemos criticado sistemáticamente a Luis Fernando Suárez, técnico de la Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino. Han sido muchas las contradicciones entre lo que dice una vez y lo que dice otra vez, así como entre lo que dice y lo que hace.
Y, en ese sentido, nos sigue dejando fuertes dudas, amén de que sus formas no terminan por parecernos apropiadas. Cuando declara ante la prensa, suele ser cortante y hasta grosero, especialmente cuando no le gustan las preguntas.
Pero, hay un punto muy importante a su favor, y merece que se le reconozca: en muy poco tiempo ha aportado varios jugadores al proceso de la Selección Nacional de Fútbol, con desempeños muy esperanzadores.
Es cierto que la eliminatoria rumbo al Mundial de Catar 2022 sigue cuesta arriba. Tanto así que una eventual clasificación ya no solo depende de lo que pueda hacer la Selección. Incluso ganando los tres partidos que restán, necesita que se acomoden otros resultados para avanzar.
Pero, en los tres años previos a la llegada de Luis Fernando Suárez al banquillo de la Selección Nacional de Fútbol, decenas de jugadores tuvieron la oportunidad de ponerse la camiseta de la tricolor sin alcanzar a rendir como se requería.
Hoy, cuando en una convocatoria aparecen nombres como Youstin Salas, Jewisson Bennette, Aarón Suárez, Daniel Chacón o Jefry Valverde, ya no nos extraña. En honor a la verdad, el que no aparezcan sería lo raro.
Y, con este técnico han aparecido en medio de las eliminatorias; en partidos oficiales; en grandes escenarios; en momentos complicados. Es cierto que en el camino Luis Fernando Suárez también ha probado otros jugadores que dejaron de ser recurrentes en sus convocatorias porque no aportaron lo que se requería de ellos. Pero, eso es propio de un proceso de prueba y error.
Gracias a los microciclos que para muchos entre los que me incluso, no parecían tener ningún sentido, el seleccionador ha logrado compenetrar a los jugadores en torno a su idea de fútbol y lo que quiere para la Selección Nacional.
Tanto así que a hoy comienza a notarse una forma de juego en el equipo, a pesar de los problemas que sigue arrastrando.
Lo hecho por Luis Fernando Suárez en este aspecto también reafirma algunas máximas del fútbol. La primera de ellas, que el fútbol no es cuestión de nombres, sino de jugadores. La segunda, que no necesariamente se requiere que un jugador se ponga la camiseta del Deportivo Saprissa, Liga Deportiva Alajuelense o el Club Sport Herediano para que pueda dar la talla en la Selección.
Un tercer elemento es que el escenario no pesa cuando el jugador está preparado para afrontar el juego. Y, como cuarto punto, mucho pasa por la confianza que le de el técnico al jugador, y la que reciba de sus propios compañeros.
Y si todo eso vale en la Selección Nacional de Fútbol, obviamente también vale para los equipos. Y sí es cierto, también, que salvo Bennette, los otros jugadores que hemos citado aquí son titulares en sus clubes. Pero la observación es pertinente pensando en otros jugadores, quizá incluso juveniles, a los cuáles sus técnicos no les dan oportunidad, salvo por la exigencia de cumplir la regla Sub20.
Así, no habrá una verdadera renovación en nuestro fútbol y la lista de nuevos valores siempre será muy reducida. El comentario es pertinente entendiendo que, por ejemplo y para citar solo un factor, vemos muchos jugadores en selecciones con límite de edad que no terminan por recibir una verdadera oportunidad en sus equipos.
Ojalá lo que ha hecho Luis Fernando Suárez sirva de referencia para sus colegas en los clubes. Así, ganarán estos y ganará la Selección Nacional.
