La Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino entró en una etapa en la que nada se resume ya a la matemática, porque no se trata solamente de hacer números, sino de jugar al fútbol y de que otras selecciones lo dejen de hacer.
Por eso lo dije ya en redes sociales: la Selección Nacional quedó fuera del Mundial de Catar 2022 el viernes pasado, cuando perdió ante Canadá.
Sí es cierto que hay juegos de números que dicen que aún quedan opciones. Pero, los números no son elementos aislados ni únicos. En el fútbol, lo primero que se debe hacer si se quiere ganar es jugar bien. Y eso es lo que no se ha logrado hasta ahora.
Ya llegamos a la mitad de la eliminatoria. La Selección Nacional solamente sumó 6 puntos de 21 disputados. Y lo hizo jugando muy mal. Incluso, en defensa, cosa que muchos no han advertido, pues siguen defendido la farsa de que la defensa ha estado bien. Nosotros ya repasamos en otro momento una serie de errores en que han incurrido los defensores que han tenido participación en la eliminatoria, y que evidencian que esa línea tampoco ha cumplido.
Pero, más allá de eso, no ha habido juego ofensivo. Las opciones de gol han sido escasas, pese a que el técnico Luis Fernando Suárez, de manera simplista asegura que lo que único que ha faltado es “meterla”.
No precisó al decir eso, si se refería a que los rivales marcaran autogoles para ayudarle a una Selección Nacional tan pobre como la nuestra. Ciertamente, los defensores rivales son los que más cerca están de su propio arco, cuando no juegan en campo defensivo de Costa Rica. Porque los delanteros nuestros ni siquiera llegan al área.
Ante Canadá, se hizo solamente un remate directo a marco en todo el partido. Para ganar con eso, se requiere un 100 por ciento de efectividad en ofensiva (convertir en gol ese único remate) y un 100 por ciento de efectividad en defensa. Eso, en el fútbol de hoy, es misión imposible.
Y, ojo: ante Canadá se jugó con tres contenciones. Si el objetivo es conseguir goles, por ahí no va la cosa. Eso lo digo incluso consciente de que ese único remate directo a marco lo hizo uno de esos volantes defensivos.
No se ve a qué juega o trata de jugar la Selección Nacional de Fútbol. No genera nada de medio campo hacia adelante. Decir lo contrario es engañar a la gente.
El otro elemento que se tendría que dar para que la Selección Nacional llegue al Mundial sería que Estados Unidos, México, Canadá y Panamá jueguen realmente mal de aquí en adelante. Porque, si asumimos que la representación costarricense va a ganar todos los partidos que le quedan, eso no alcanzaría. Los otros equipos igual sumarían en algún momento.
Por otra parte, cuando Luis Fernando Suárez llegó al país para hacerse cargo de la Selección Nacional dijo que estaba seguro de que se clasificaría al Mundial. El viernes pasado, sin embargo, ya comenzó a cambiar su discurso. No dijo que no se iba a clasificar. Pero fue puntual al justificar los experimentos que sigue haciendo a mitad de la eliminatoria.
En ese sentido, esencialmente señaló que todos conocemos los problemas del fútbol costarricense, que a la fecha no tiene jugadores en condición de cumplir con lo que él espera en los partidos. Por eso sigue buscando, y ya se le fueron siete juegos eliminatorios.
Hay otro tema que a mi me llama la atención. En la Copa Oro, con todo y todo, la Selección Nacional jugó a algo; se le vio sentido en la cancha, si bien se perdió ante Canadá en cuartos de final. Hoy, no se alcanza ni siquiera aquel nivel.
Sería interesante saber qué pasó entre aquel momento y el actual. Pero, esa es misión imposible con un técnico que cuando comparece ante los medios de comunicación se ve perdido, confundido, y es parco en exceso en sus declaraciones. Da la impresión de que o no quiere decir cosas, o no sabe qué decir. Ninguna de las dos cosas es buena.
