El técnico de la Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino, Luis Fernando Suárez recibió la pregunta directa del colega Sergio Alvarado: ¿qué cambió que ahora se le nota más ameno, más distendido en sus respuestas ante las preguntas de los periodistas, y muy claro en las explicaciones que ofrece respecto de las decisiones que toma?
Pero, desvió el tema al introducir su respuesta: “Las preguntas han cambiado, también…”, sostuvo.
Y añadió que “siempre ha habido apoyo de la gente que me tiene que apoyar”, citando particularmente a los miembros del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF), a los integrantes de la Comisión Técnica, de la UNAFUT y de los jugadores.
Asegura que acepta el pesimismo de alguna gente en torno al futuro de la Selección Nacional de Fútbol, pero lo que no acepta es que se desee que Costa Rica quede eliminada del Mundial.
Finalmente, sostiene que “entiendo, y hay situaciones como en un día en que se juegue mal”.
Habiendo sido uno de los prinicipales críticos de Luis Fernando Suárez, creo que es oportuno señalar que no todo se resume a lo que el técnico señaló.
De hecho, lo primero que contribuyó a mejorar el ambiente alrededor de la Selección han sido los resultados en cancha. El equipo cambió, y a partir de allí se vino todo lo demás.
Y no solo eso. A partir del cambio en el rendimiento y en los rsultados, también el técnico Suárez dejó de caer en contradicciones como las que evidenció en los primeros partidos. Ahora, sus palabras y sus acciones van básicamente en la misma dirección.
A partir de allí, obviamente las preguntas cambian. Porque el equipo hoy tiene opciones realistas de clasificar al Mundial de Catar 2022 (aunque también de ir al repechaje y de quedar eliminado), algo que después de la primera triple jornada no estaba en el panorama y menos aún después de la segunda.
Por ello, claro está, el entorno es diferente. Pero, lo favoreció el equipo. Ya apuntábamos nosotros cuán diferente se ve el señor Suárez metido en los partidos, no porque nos guste eso de lanzar gritos a distra y siniestra en medio del juego al punto de que los jugadores ni siquiera perciban las indicaciones. Sino, más bien, porque en el transcurso de los juegos claramente se pueden hacer pequeños ajustes de acuerdo con la evolución que vayan teniendo.
Ahora es en ese marco diferente y mucho más positivo que la Selección Nacional de Fútbol llega a los tres últimos partidos de la eliminatoria, frente a Canadá, El Salvador y Estados Unidos. Tiene que ganar los tres encuentros antes de hacer números sobre lo que hagan o no los otros equipos en contienda.