A La Sele de Fútbol Mayor Masculino no se le ve forma. Es cierto que se está en medio de un proceso de recambio. Pero eso no debería implicar que un equipo no se vea como equipo.
Menos aún si hablamos de jugadores profesionales de fútbol, como supuestamente lo son todos los que ha convocado en estos dos años de gestión el técnico Luis Fernando Suárez.
Yo no me voy a meter aquí en eso de si el técnico debe continuar o lo deben quitar. Eso es tema del Comité Ejecutivo de la Federación Costarricense de Fútbol (FCRF).
Pero, es indescifrable a qué juega o a qué intenta jugar La Sele. Suárez ha hablado persistentemente de la necesidad de mejorar en la generación de fútbol del medio campo hacia adelante.
Sin embargo, de las palabras no se ha pasado. El equipo no muestra visos siquiera de avanzar en esa línea. Más bien parece que a los jugadores les “quema” la pelota y su único interés es deshacerse de ella. Eso cuando no dan la impresión de creer que solo se deben limitar a esperar atrás a ver qué propone el rival.
Me llama poderosamente la atención que un técnico con la experiencia de Suárez no haya logrado corregir el problema. Y me llama más la atención que uno no observa jugadores que traten de cambiar las cosas en la cancha.
¿Quién falla en La Sele?
Ante ello me pregunto si el técnico no sabe explicar lo que quiere del equipo o si serán los jugadores quienes no son capaces de entenderlo o de ejecutarlo. Suárez dice que los jugadores se la deben de creer. Es una observación interesante porque en este país solemos creer que las cosas llegan solas y, por ende, no hay que trabajar por ellas.
Pero también hay otro elemento importante aquí: Francisco Calvo asegura que ya se les ha explicado suficiente la idea y que son los jugadores quienes deben ser capaces de aplicarla en la cancha.
Más allá de lo obvio que puede parecer la frase, yo me pregunto si realmente nuestros jugadores están en capacidad de llevar esa idea a la cancha. Hasta ahora han dado la sensación de que no.
Desconexión evidente
Entonces, cabe plantearse una cuestión: ¿estarán los jugadores y el cuerpo técnico en la misma sintonía? Y no me refiero a si se llevan bien o si hay un mal ambiente. Más bien, mi punto es si las dos partes entienden el fútbol de manera similar.
Queda la sensación de que no es así. Porque, insisto: La Sele no juega a nada y, conforme pasa el tiempo no se nota ningún avance. Eso implica que futbolísticamente hay una desconexión.
Suárez ha explicado reiteradamente lo que quiere ante la prensa, sin entrar en detalles del tipo que corresponde con los jugadores. Estos hablan muy bien de su trabajo. Pero es obvio que no hay entendimiento.
Si eso se puede corregir, hay que hacerlo ya y dejar de perder el tiempo. La Copa Oro está encima. Y si nunca hemos llevado un equipo que sugiera que podemos aspirar al título, esta vez cuidado y no estamos apenas para hacer acto de presencia y regresar después de tres partidos.