La Sele Femenina necesitaba superar a su similar de Bolivia por dos goles de diferencia. Y aunque dominó el juego de principio a fin, no llegó al gol.
El resultado que no se consiguió hubiese impulsado al equipo a las semifinales del torneo, donde México esperaba rival.
El equipo costarricense manejó las acciones a placer, con llegadas continuas al área. De repente incluso pudo ser que las jugadoras sintieran que los goles caerían, por la nula resistencia que ofrecía el rival.
Bolivia solo atinó a meterse atrás y rechazar balones una y otra vez. De hecho, el conjunto sudamericano solo hizo cuatro remates, uno de ellos directo. Este no representó ningún problema para la guardameta Priscilla Tapia.
La Sele Femenina, en cambio, hizo 15 remates al arco, de los cuáles seis fueron directos. Pero no llegó a la red. Y no lo hizo no por un buen trabajo de la guardameta rival, sino por la mala definición.
Alexa Herrera fue la que más se acercó. Incluso, perdió dos mano a mano con la guardameta boliviana, al rematar al bulto; una vez en la primera parte y, otra, en el segundo tiempo.
Esta vez en el equipo costarricense, Sheika Scott se movió mucho por la banda, lo mismo que Alexandra Pinell.
Po muchos tramos La Sele Femenina metió a todas sus jugadoras de campo en terreno del rival, ejerciendo una intensa presión. Pero, hasta allí. No hubo claridad en el último cuarto de cancha.
El equipo terminó así su paso por los Juegos Panamericanos Santiago 2023, sin alcanzar al menos a igualar la medalla de bronce de hace cuatro años, en Barranquilla 20219.
Hay que apuntar que la Selección no contó con las legionarias, dado que los Juegos abarcaban más allá de la fecha FIFA que está corriendo. Y no se pudieron concretar negociaciones con los equipos para tenerlas.
El torneo panamericano marcó el debut del español Beni Rubido como seleccionador costarricense.
