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Controversia

La farsa del espacio para la Selección Nacional de Fútbol

La Selección Nacional de fútbol Mayor Masculino debe ganar los siguientes dos encuentros, ante Canadá y Honduras, para seguir con vida en la eliminatoria rumbo al Mundial de Catar 2022.

Eso no es nada nuevo. Nosotros lo dijimos hace rato. Es cierto que en los últimos días se han sumado voces en la misma línea incluso entre los dirigentes del fútbol nacional. Pero, aunque algunos quisieran ignorar la realidad, no hay forma de hacerlo.

Ahora bien, cuando después que se instauró la nueva Comisión Técnica de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL), sus integrantes pidieron una pausa en el Torneo de Apertura 2021 de la primera división, a fin de darle más tiempo de trabajo a la Selección Nacional, se pudo haber interpretado de manera positiva el intento.

Y solo se podía interpretar porque de entrada surgían dudas sobre el impacto real de la medida, toda vez que los legionarios no estarían entrenando con la Selección Nacional hasta ser liberados por sus clubes conforme con las disposiciones de la FIFA. Es decir, no antes del fin de semana entrante.

Pero, dicho eso, la verdad es que la lista de convocados al microciclo de trabajo de la Selección Nacional esta semana, es de espanto.

Aquí no hay nada personal contra los jugadores incluidos en la lista. Pero, si lo que se dijo es que se le quiere dar espacio a la Selección Nacional, no es de recibo el argumento del técnico Luis Fernando Suárez, en el sentido de que hay jugadores que ya conoce y por ello no los llamó, pese a que aparecerán en la lista final para los dos juegos decisivos.

Eso no es serio, para decirlo bonito. Es con esos jugadores que quiere tomar en cuenta en esos partidos que debe trabajar. Es con ellos que debe aprovechar el tiempo. Lo que hace, sin embargo, es como llevar a un curso de preparación para el parto a la mujer que no está embarazada, en detrimento de la que sí lo está. Es absurdo.

• Apuntábamos en la revista del Círculo de Locutores y Periodistas Deportivos de Costa Rica previo al inicio de la eliminatoria, que la Selección Nacional iba a tener un camino muy sufrido. Hoy, comenzamos a creer que ese camino no va a ser muy sufrido, sino muy, muy corto. Tan corto como hasta este mes de noviembre que hoy iniciamos.

Y siendo tan absurdo como lo es, a uno le entran dudas sobre las verdaderas razones para parar el campeonato. Porque no vamos a ganar nada. De la lista de convocados yo diría que solamente cuatro jugadores tienen alguna posibilidad de aparecer en la formación estelar. Y ojo que, de esos, uno solo lo haría ante una eventualidad, como es el caso de Leonel Moreira, y el otro, José Guillermo Ortiz, tiene competencia en un puesto donde ni él ni los otros 9 han dado la talla hasta ahora.

Luego están lo de Keysher Fuller y lo de Yeltsin Tejeda, que uno se los imagina más en una formación estelar a partir de lo visto hasta ahora en las alineaciones de Luis Fernando Suárez.

Y para que trabajen dos o cuatro jugadores, no hacía falta parar el torneo en un momento determinante como en el que está por ahora. Entonces, allí es donde uno piensa mal.

Uno podría creer que, para no variar, no se tenía claro cómo aprovechar el tiempo. Pero, también, podría entenderse que algunos equipos vieron aquí una oportunidad para recuperar jugadores ante lo pesado del cierre de la primera fase del torneo, donde se están jugando la clasificación a semifinales.

Si la cosa anda por allí, realmente sería grave, porque se estarían sumando más desaciertos a algo que desde el inicio ya camina mal. Y no se está solucionando absolutamente nada.

Es lamentable, porque la Selección Nacional necesita cambiar su cara y sacar los seis puntos ante Canadá y Honduras. Sin embargo, da la sensación de que a los dirigentes poco les importa, y al entrenador, menos aún.

Apuntábamos en la revista del Círculo de Locutores y Periodistas Deportivos de Costa Rica previo al inicio de la eliminatoria, que la Selección Nacional iba a tener un camino muy sufrido. Hoy, comenzamos a creer que ese camino no va a ser muy sufrido, sino muy, muy corto. Tan corto como hasta este mes de noviembre que hoy iniciamos.

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