La UNAFUT ha venido insistiendo en estructurar temporadas de 57 partidos en el fútbol de la primera división, sin que esto realmente tenga sentido.
Y cuando la realidad golpea en la cara a los dirigentes, se sacan de la manga decisiones como la del viernes pasado, en que resolvieron suspender el Torneo Apertura 2021 por casi tres semanas, para darle espacio a la Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino.
Lo que se ha venido dando es absurdo. Tan absurdo que el propio Consejo Director de la UNAFUT le recomendó hace mucho tiempo a la Asamblea General -conformada, debemos recordar, por los mismos equipos- que se estableciera una temporada de 38 jornadas, como ocurre, por ejemplo, en las principales ligas europeas.
Sin embargo, esa tesis nunca ha sido considerada por los equipos, que prefieren jugar 19 partidos más por temporada, independientemente del hecho de que el almanaque no da para tanto.
Ahora, dicen varios dirigentes que la prioridad es que la Selección Nacional clasifique al Mundial de Catar 2022. Pero, eso lo sabían desde antes de decidir una temporada como la actual, en la que incluso se han programado partidos de primera división el mismo día que juega la Selección.
En ningún país donde los dirigentes son medianamente serios ocurre una aberración como esa, que no les permite a los equipos que aportan jugadores a la Selección Nacional contar con todas sus figuras en el torneo local en esas fechas.
Lo otro es que ahora los dirigentes se han metido en una dinámica bien complicada. Porque al retrasar el cierre del presente torneo, posiblemente esto termine por afectar el inicio del Clausura 2022. Y aquí hay que recordar que la FIFA incluyó una fecha adicional al inicio del próximo año, debido al retraso en el inicio de las eliminatorias.
Además, si la Selección Nacional tuviera que jugar el repechaje, sería en junio. Y el Mundial es en diciembre, lo cual modifica la calendarización del Torneo Apertura 2022.
Es como una bola de nieve que están ignorando de manera permanente los dirigentes de nuestro fútbol de primera división, como si no fuera un tema importante. De hecho, para esta temporada, en lugar de reducir la cantidad de jornadas con respecto a la anterior, le metieron cuatro fechas más.
Y aquí no hemos mencionado la participación internacional. Hemos dicho muchas veces que da la sensación de que los dirigentes cruzan los dedos para que los equipos costarricenses sean eliminados en las primeras instancias de los torneos de la CONCACAF, para poder liberar las fechas destinadas a esas competiciones.
Debemos recordar que cuando aquí se dio el paso a las temporadas de julio de un año a junio del siguiente, fue porque se habían venido corriendo los cierres de los campeonatos más allá del año calendario, hasta llegar a un punto en que no había otra salida.
Ahora parece que estamos llegando de vuelta a la necesidad de hacer un ajuste para volver al año calendario para salir del enredo en el que estamos gracias a la falta de visión de nuestros dirigentes.
Suena absurdo, porque a nivel de FIFA se maneja la temporada de julio a junio, incluso para un tema que aquí no gusta y no se aplica, como son los contratos de los jugadores y los técnicos.
Por ello la pregunta con la que titulamos: ¿Hasta cuándo UNAFUT mantendrá una temporada de tantos partidos?