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Controversia

El fracaso de La Sele Sub17 era algo previsible

El blog del periodista Reinaldo Lewis en Deportescr.

El fracaso de La Sele Sub17 en el Campeonato de la CONCACAF ha generado mucho ruido, pero la realidad es que no es ninguna sorpresa. Cuando no se trabaja en pro de un objetivo, nadie puede decirse sorprendido si ese objetivo no se consigue.

Y, al menos para este servidor, está claro que en el fútbol costarricense hace mucho que no se trabaja para estar en los mundiales menores. A alguien se le ocurrió que se llegaba por derecho propio, y todos los demás asumieron que era cierto.

No solo eso. En otros países donde no se hacían las cosas bien hace apenas algunos años, ya se han hecho correcciones; se han tomado decisiones, y se comienzan a ver los resultados.

Los que entienden un poco de fútbol saben que esta es una disciplina deportiva que hoy en día se enseña. Es cierto que algunas habilidades se traen. Pero, estas deben potenciarse y complementarse con procesos de aprendizaje concretos.

Cuestiones como parar el balón con el pecho, el control orientado, la forma de perfilarse para rematar y una pelota o servir un pase, la forma de cabecear, por citar algunos ejemplos, son cosas que se llegan a dominar con mucha práctica.

Automatización de conceptos

Ya hemos apuntado aquí mismo en el pasado que los grandes técnicos en el mundo buscan hoy que los jugadores automaticen ciertas respuestas en el terreno de juego. Esa es la base de la dinámica en el fútbol de hoy. Porque, una vez que el jugador recibe la pelota ya habrá pensado antes qué hacer con ella. Y cuando la tiene un compañero, podrá anticipar qué hará este.

Podemos seguir enunciando elementos para entender que el fútbol de hoy se enseña y se aprende con la práctica. Y no nos referimos a la práctica de la que hablaba hace unos días Walter Centeno, cuando cuestionaba que sus jugadores se van a la casa y no practican fútbol.

Está claro que el jugador está sometido a la disciplina de un club. Especialmente si está en el fútbol profesional. No puede ir al patio de su casa a practicar. Tampoco debe hacerlo solo porque necesita que le corrijan. Si lo hace solo, no sabrá cómo mejorar.

Lo otro es que desde hace muchos años se sabe a ciencia cierta que este proceso de aprendizaje debe comenzar a temprana edad. Pero, aquí tenemos academias de fútbol que buscan colocar fichas en los equipos de primera división o en el fútbol internacional, sin enseñarle nada a los jugadores.

Tenemos buscadores de talentos que se limitan a ver si un joven hace maromas o no con la pelota. En eso se resume el trabajo, como si con eso bastara para jugar al fútbol.

No somos mejores que los demás

Esas son las cosas que se deben cambiar. Primero, es imprescindible dejar de pensar que somos mejores que los demás. Y en paralelo, debemos comenzar a trabajar para ser mejores.

Ese trabajo debe enfocarse correctamente. Es una tarea que le corresponde a los clubes de la primera división, porque ellos son los que deben alimentar a las Selecciones nacionales. Imagínense: estamos hablando de generar un abanico de 300 opciones.

Vimos enormes deficiencias técnicas y conceptuales en los jugadores de La Sele Sub17. Eso es evidencia de que el trabajo de base no se hizo, o no se hizo bien. Y no es en la Selección donde se debe corregir el problema. Es más, ya a esas edades es mucho más difícil.

Entendamos que a nadie se le enseña a leer y escribir en la universidad. Eso, corresponde hacerlo en la escuela. Y cuando nos saltamos ese proceso, después cuesta mucho más.

Es hora de comenzar a trabajar las ligas menores como se debe. Así es como se va a lograr el cambio que se requiere. Y no podemos seguir postergando el encargo.

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