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Mirada Incisiva

Tarjeta roja al arbitraje

El blog del periodista Luis Álvarez Chavarría en Deportescr

Cuando todos pensábamos que el arbitraje costarricense no podía caer más bajo, David Gómez se encargó, el domingo 19 de marzo, de hacernos ver que sí.

El pleito que armó con su línea Víctor Ramírez, en pleno partido entre San Carlos y Liga Deportiva Alajuelense, fue deplorable. Un clavo más para el ataúd de un arbitraje en coma y sin indicios de mejora posible.

Lo que hizo Gómez fue una demostración de desequilibrio emocional, de incapacidad para el manejo de la presión. Todo se originó en una clara falta que le hacen a Bryan Samir Félix en el área rojinegra. El silbatero no la advierte, pero sí lo hace su asistente, quien, como le dicta el protocolo, corre hacia la esquina y levanta su banderilla para indicarle al réferi la existencia del penal.

Para leer más: https://deportescr.net/fcrf-deja-de-lado-a-david-gomez-y-victor-ramirez/

Gómez deja seguir el juego y cuando la pelota sale del campo, ve a su línea, corre hacia él y lo encara, da media vuelta y se retira. Ramírez, con actitud firme y decidida, se mantiene con la bandera arriba. Para ese momento, el cuarto árbitro, Steven Madrigal, ya se había unido al línea y entre ambos intentaban convencer al juez central de que debía cobrar penal.

Gómez regresa donde ambos, le pega una gritada a Ramírez y da por terminado el asunto. O al menos eso creyó…

Aquí el problema, aparte del error de apreciación, es la forma en cómo manejó el asunto David. Es clarísimo que se equivocó totalmente. Bien pudo llegar y decirle a su compañero, ‘mirá para mí no es falta, sigamos jugando’. Pero la forma en que le reclamó a Ramírez, a vista y paciencia de todo el estadio, y de los periodistas de Tigo Sports, que estaban en cancha, cerca de la escena, dejó mucho que desear.

Cabe agregar que toda esta situación se pudo haber evitado si el cuarteto arbitral hubiera utilizado sus diademas de comunicación, pero, al parecer, ellos decidieron no llevarlas al juego.

Arbitraje sin credibilidad

Curiosamente, la Comisión de Arbitraje determina sancionar a ambos, cuando, verdaderamente, el único responsable de la situación fue David Gómez.

Ahora bien, como decía al principio, ya uno no sabe ni qué pensar con las actuaciones arbitrales, y menos con las de la Comisión, presidida por Randall Poveda. A este cuerpo colegiado se le agotó la credibilidad hace mucho rato. Son demasiados escándalos los que han ocurrido sin que hasta el momento haya una solución. Bueno, ni siquiera un análisis riguroso se ha producido.

Recordemos la denuncia que hizo el propio Poveda a la Unafut, sobre dirigentes que llamaban a sus árbitros previo a los partidos. No pasó nada…

Para leer más: https://deportescr.net/los-arbitros-y-un-conflicto-que-se-pudo-prevenir/

Después, el famoso chat de árbitros que se filtró, presuntamente, por un silbatero. Tampoco pasó nada. No hubo consecuencias. Los árbitros siguen siendo nombrados domingo a domingo.

El domingo 19 de enero, en dos encuentros de la primera división los cuartetos arbitrales estuvieron incomunicados. En Cartago las diademas que portaban no servían; en San Carlos, los propios jueces, aparentemente, decidieron unilateralmente, no llevarlas.

Asuntos tan simples como estos son resorte de la Comisión, pues es ella la que debe velar porque sus árbitros hagan su trabajo en las mejores condiciones y si no han podido resolver esto, ¿cómo pretenden arreglar el arbitraje?

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