Hace casi 20 años, camino al proceso mundialista de 2006, Alexandre Guimaraes, entonces seleccionador nacional, nos decía al equipo de periodistas de la Revista El Gráfico Costa Rica, que parte del destino y crecimiento del fútbol mayor nacional estaba ligado a las decisiones que tomaban los futbolistas.
Lo decía en este sentido: en el rumbo que los futbolistas ticos tomaran cuando iban al exterior, en cuanto a la edad en que lo hacían, la madurez que tenían y el país o liga que eligieran. Desde luego, una decisión que tenía que ir más allá del dinero.
Claramente, el futbolista decide en muchas ocasiones asegurar su futuro, y tiene derecho de hacerlo. Incluso, muchas veces lo hace más allá de las condiciones futbolísticas. Es decir, puede ir a una liga que no muestre competencia pero que le paga mucho más de lo que gana en el país. Y, repito, está bien. Cada profesional tiene derecho a elegir.
Lo ideal sería que la decisión, más allá del dinero, pudiera ligarla exclusivamente al fútbol, para crecer en ese ámbito y en virtud del crecimiento, el mismo fútbol le podría retribuir, en caso de llegar a competiciones importantes (cito Inglaterra, España, Italia… solo por poner ejemplos en Europa).
Walter “El Paté” Centeno, técnico de Guadalupe, ha dicho algo muy relevante el pasado 22 de enero, tras el juego ante Saprissa, y que, sin duda, tiene que ver con cómo darle crecimiento y volumen de juego a nuestro fútbol, en una decisión que es exclusivamente del futbolista.
“El jugador no practica. Si tienen deficiencias la clave es practicar, ese es el secreto. A veces los más culpables somos los entrenadores, pero en este caso les falta puntería. Tienen que dedicar tiempo al fútbol, si quieren que el fútbol les dé. Se van para la casa y no sé qué más piensan”. Tomo la declaración textual del periódico La Teja.
Me quedo con esto: “si quieren que el fútbol les dé”. Me voy a ir un extremo: Keylor Navas. Deportivamente fue labrando su carrera, hasta llegar al equipo más importante y reconocido del mundo, el Real Madrid. Alcanzó el top de lo que cualquier futbolista desea, y, económicamente, es claro que el fútbol le retribuyó.
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Bueno, ¿podemos tener más Keylor Navas? Sí. Podemos tener más Navas, más Bryan Ruiz, más Paulo Wanchope… en su momento, más Hernán Medford, Gabelo Conejo, “Tuma” Martínez… etc.
Lo que dice “Paté” es sumamente relevante, pero va acompañado de toda una estructura de fútbol, pues, como dijo el propio técnico y ex futbolista, a veces la culpa es de los entrenadores.
Los puntos son claros: la responsabilidad es del futbolista, como lo fuera de cualquier profesional que, si quiere tener rendimiento, debe trabajar “horas extra”, debe perfeccionarse, debe hacer eco de aquel refrán “la práctica hace al maestro”.
Pero, si el jugador solo entrena 2 horas por día y se va para la casa, ¿qué futuro le espera a ese futbolista?
Digo también, que todo el tema tiene que ver con la estructura de fútbol: ¿cuánto dedican nuestros equipos a entrenar, a practica?, ¿cuánto permite la estructura del torneo y calendario a los equipos el entrenar, a practicar? Esto por cuanto en el mejor de los casos el futbolista entrena 2 horas por día, pero muchas veces solo le queda un día a la semana para entrenar entre viajes, procesos de recuperación, juegos, etc.
Y, desde luego, si un técnico no ve compromiso en sus futbolistas, pues, el técnico simplemente quita al futbolista y no lo hace parte de sus planes en el equipo. Digo, no es tan simple, pero la exigencia máxima debería permitir al técnico decirle al jugador, se queda horas extra en el campo.
Ojalá que las palabras de Centeno no se queden en el aire. Ni las que hace 20 años decía “Guima”. Ojalá que los futbolistas sepan que depende en un muy alto porcentaje de sus decisiones, el crecimiento de nuestro fútbol y de la mano con ello, podría estar su crecimiento futbolístico y, sí, también económico.
