La euforia desmedida es mala consejera. Y no es bueno dejarse llevar por ella, perdiendo la perspectiva real de las cosas.
La Selección Nacional de Fútbol jugó su mejor partido a las órdenes del uruguayo Gustavo Matosas ante México. Pero, no fue un partido completo. Porque hubo altibajos, y porque no en todos los tramos se jugó como el técnico ha dicho que quiere ver al equipo en cancha.
Y, por otro lado, al fin y al cabo, el equipo no avanzó en la Copa Oro, cuando siempre se dijo por parte de los jugadores que el objetivo era ganar el torneo.
Por eso es importante no perder la perspectiva. Nos gustan las ideas que ha expresado desde su llegada al país el señor Matosas respecto de cómo quiere ver jugar al equipo. A la fecha, sin embargo, solo hemos visto ese desempeño por tramos en algunos de los partidos.
Y lo que sí no nos gusta es cuando el señor Matosas o los jugadores tratan de desacreditar los cuestionamientos sobre el rendimiento del equipo. No es cuestión de argumentar desconocimiento del fútbol cuando se recibe una pregunta que no gusta. Y menos aún cuando esa pregunta tiene una relación directa con lo que se ha visto en el campo.
El señor Matosas destacaba en su conferencia de prensa esta noche que el equipo tuvo un autoanálisis de lo que ocurrió en el segundo tiempo del partido ante Haití, donde el cuadro caribeño dio vuelta al marcador y se llevó la victoria.
Pero, tras el partido ante Bermudas, fue tosco en sus respuestas, y trató de desacreditar los cuestionamientos, pese al mal juego. Entonces, cabe la pregunta: ¿por qué el autoanálisis después de Haití? Y, ¿por qué no hubo autoanálisis tras el juego ante Bermudas? Interesante, no.
Matosas también dice ahora que su proceso va creciendo. Eso es cierto. Pero, a la competencia se va a competir. La Copa Oro no era un torneo para ir a experimentar, ni a probar, ni a ganar experiencia. Esos son temas para los partidos de preparación.
Entiendo muy bien que los escenarios son diferentes entre la competencia y los fogueos, de manera que no me pueden venir a decir que al jugador hay que probarlo en los grandes escenarios. Y, en todo caso, eso no cambia lo dicho. Cuando llega la competencia, esta debe ser enfrentada como tal.
¿Acaso ven ustedes a los grandes equipos haciendo pruebas en sus grandes torneos? Si no cambiamos esa mentalidad, de poco servirá cualquier otra cosa que hagamos. No podemos seguir pensando que lo único importante en el calendario de la Selección Nacional es la eliminatoria para el Mundial.