La continuidad de Vladimir Quesada al frente del Deportivo Saprissa no debería darse aunque cuenta con el apoyo de los jugadores y, por supuesto, del presidente Juan Carlos Rojas.
Al menos esa es mi humilde opinión. Creo que los morados conquistaron la estrella 38 de su brillante historia, a pesar de tener un técnico que cometió evidentes errores, al final disimulados por el título.
Tengo mis dudas de que Vladimir Quesada pueda planificar correctamente una temporada, en la que además de buscar el tricampeonato, la S volverá al plano internacional, en el que me temo, no va a llegar muy largo.
Vamos a ver, mientras Quesada mantuvo la formación que Jeaustin Campos construyó el equipo se vio sólido. Ganó el liderato de la fase de clasificación y luego pasó sin problemas la semifinal ante Herediano.
Pero al llegar a la final de fase ante Alajuelense comenzaron los problemas debido a los errores de planteamiento. En el famoso duelo de ida donde la Liga goleó a los morados 3-0, Vladimir no supo cómo solventar la tonta expulsión de David Guzmán.
Perdiendo 1-0 efectuó cambios ilógicos, el equipo se le desarmó y terminó aceptando dos goles que prácticamente decidieron la suerte de esa serie.
En el choque de vuelta, en San Juan de Tibás, a pesar de encontrar un gol muy tempranero, y que el planteamiento de Andrés Carevic, en ese período inicial, fue un desastre, la S no pudo ni siquiera marcar un gol más, aunque las oportunidades no faltaran. En el complemento, ni siquiera llegó a inquietar la portería rojinegra.
Goleador a la gradería
Para la gran final, en el encuentro de ida, extrañamente, Vladimir mandó a la gradería a uno de sus goleadores. Warren Madrigal fue excluido de la convocatoria sin aparente razón de peso.
A pesar de tener el juego controlado, Carlos Mora marcó el gol que decidió ese clásico y durante todo el segundo tiempo Quesada no encontró la fórmula para siquiera regresar de Alajuela con el empate.
Para el partido decisivo en el Ricardo Saprissa, en los primeros 20 minutos la S no jugaba bien, no tenía le pelota e incluso, Johan Venegas botó lo que pudo ser el gol que le hubiera cambiado el rumbo a la historia.
Luego de eso, los jugadores manudos cayeron en el bache emocional de siempre, se desinflaron, comenzaron a ver fantasmas y Saprissa les anotó tres goles en menos de 25 minutos. Ahí se selló el destino del torneo.
Vladimir Quesada cometió errores
Ahora bien, a lo que voy es que esa alegría desbordada que hoy vive el saprissismo por una remontada casi épica, no puede nublar las mentes de quienes dirigen al club.
Vladimir Quesada cometió grandes errores y si no perdió el título fue por la jerarquía y el ADN morado que parecieran ser suficientes para dibujar estas noches mágicas en la Cueva del Monstruo.
Pero, el manoseo de alineaciones que hizo Quesada, donde de un partido a otro jugadores pasaron de la titularidad a la gradería, o viceversa y la falta de respuesta en tres partidos para quitarse una desventaja de encima son hechos que merecen al menos la atención de aquellos que toman las decisiones en el bicampeón nacional.
Aún más, la decisión que muchos han elogiado como fue sacar a Jaylon Hadden de la gradería para que sustituyera a Youstin Salas, quien durante el calentamiento previo al juego se dio cuenta de que no podía jugar, me pareció una irresponsabilidad.
Salas no se lesionó en el calentamiento. Ya venía tocado desde el juego en Alajuela. Simplemente, intentaron hasta el final mantenerlo en el once estelar y, con sinceridad, Delfín admitió que no estaba al 100%.
Sin manejo estratégico
Pregunto, ¿cómo deja por fuera al sustituto natural del contención que usted sabe está lesionado?, ¿qué habría pasado si Salas decide jugársela y a los 10 minutos de juego tiene que salir de cambio?, ¿por qué Vladimir no planificó eso y dejó a Hadden como mínimo en el banquillo?
Esas son las cosas que me ponen a pensar que el manejo estratégico de Quesada no es bueno y, por ende, no debería continuar.
Pero, claro, al final de cuentas a don Juan Carlos Rojas le encanta la idea de que los capitanes de la S pidan abiertamente la continuidad del técnico, pues así no habrá que invertir en un entrenador de jerarquía que le supondrá muchos dólares de por medio.
Ojalá me equivoque. Pero, dentro de 6 meses o menos el desenlace será el mismo que en la primera etapa de Vladimir en el Saprissa.
Luis Álvarez Chavarría es un periodista deportivo con más de 30 años de experiencia en medios de comunicación como el diario La República y Radio América. También ha laborado en la cobertura de otras temáticas para el diario La Nación, además de prestar servicios en oficinas de prensa de instituciones y empresas estatales.