Definitivamente, una cosa es tener seguridad, y otra muy distinta es ser arrogante. Y es un doble problema ser arrogante cuando se tiene poder.
Es algo de lo que, en el fútbol, los árbitros siempre se deben de cuidar. Pero, por lo visto, Keylor Herrera no entiende de este tema, ni tiene interés en aprender sobre ello.
Fue el árbitro central esta noche en el juego entre el Club Sport Herediano y la Asociación Deportiva San Carlos.
El hecho de que no haya aficionados en los estadios a raíz de la pandemia por el COVID-19, permite que mucho de lo que se dice en el terreno de juego quede expuesto en los micrófonos en la transmisión televisiva.
Es una gran diferencia con lo que era el fútbol hace apenas unos meses, cuando muchas veces los jugadores advertían que los árbitros les decían cosas inapropiadas, pero desde afuera nadie era testigo de ello porque el ambiente no lo permitía.
Esta noche, cuando Herrera decide expulsar al delantero norteño Javon East, en una barrida en que no hubo falta, su secretario arbitral, Adrián Chinchilla, le indicó que la acción no era de expulsión porque no hubo contacto del jamaiquino con el rival.
“Ya tomé mi decisión y no la voy a cambiar”, fue la respuesta del central Herrera ante las indicaciones de su compañero de equipo arbitral.
Se escuchó claramente lo que dijo el central. Y quedó retratado como el más arrogante de todos.