Cuando el domingo anterior encendí la televisión para observar el partido entre Cartaginés y Limón me costó creer lo que mostraban las imágenes.
El periodista Felipe Castro, destacado por el canal FUTV para la cobertura de dicho encuentro, narraba cómo le impedían la entrada al estadio “Fello” Meza al equipo de producción del medio por parte de la junta directiva del equipo local.
Entre las tomas que pasaron al aire, me llamó la atención una en la que se observaban varios vehículos de canal 8 Multimedios, la cual tiene relación con Tigo Sports.
Horas antes del choque, Cartaginés había anunciado que la transmisión solo se originaría a través de las redes sociales del club. Efectivamente, en el Facebook del Cartaginés se transmitió el cotejo. Pero dicha emisión, curiosamente, fue tan profesional como la que sacaría cualquier televisora. ¿Se haría con el equipo de canal 8…?
Lo cierto del caso es que la junta directiva del cuadro de la Vieja Metrópoli rompió unilateralmente el contrato firmado con FUTV y las consecuencias judiciales no se harán esperar, según anunció el medio de comunicación en sus redes sociales.
De esta increíble bronca que se suscitó el domingo anterior uno puede concluir varias cosas: La primera, me parece, es que el señor Leonardo Vargas fue mal asesorado. Una desafortunada actuación que tendrá sus consecuencias en los tribunales comunes.
Aunque Vargas manifestara a mediados de esta semana que la decisión de abandonar FUTV la había tomado desde diciembre, -se la comunicó la semana anterior a la televisora-, el impedir el ingreso de los funcionarios para la transmisión del partido fue una falta grave que propició la activación de la cláusula de incumplimiento de contrato que, imagino, el medio de comunicación estableció en el convenio con los brumosos.
Además, parece que, últimamente, el jerarca blanquiazul actúa de forma visceral, pues hace menos de un mes adoptó una posición poco elegante con motivo de la salida del goleador cubano Marcel Hernández, hoy jugador de Liga Deportiva Alajuelense.
Precisamente, esa situación parece haber detonado una bomba emocional en la directiva cartaginesa, que pareciera no digerir el haber perdido a su principal estrella. Lo curioso es que el presidente siempre dijo a los cuatro vientos que quien quisiera a Hernández solo debía depositar $150.000 en las arcas brumosas y se lo llevaría como, efectivamente, pasó.
En los días previos al conflicto con FUTV circuló el rumor en redes sociales -Vargas lo desmintió- de que, aparentemente, una televisora ligada a Liga Deportiva Alajuelense habría puesto el dinero para pagar la cláusula de salida del cubano y que eso habría terminado de convencer al dirigente de romper con el medio de comunicación.
Con el finiquito del contrato y la posibilidad latente de un juicio y una probable indemnización, la dirigencia brumosa podría haber perdido no solo a Hernández, sino también los $150.000 de su cláusula de rescisión.