La reciente eliminación del Saprissa de la Copa de Campeones de Concacaf volvió a abrir una herida que parece hacerse más grande cada año, en cuanto a la pérdida de jerarquía internacional que han sufrido los morados desde hace ya mucho tiempo.
Con este nuevo revés en el “más importante” certamen regional, el club suma 13 años sin ganar una serie. La última data de febrero de 2011, cuando despacharon al Olimpia de Honduras. A partir de ahí, el Monstruo se ha visto como una tierna caricatura ante sus pares de México y Estados Unidos.
Decía el exjugador Armando Alonso, en el periódico La Teja, que muchas cosas han cambiado desde aquel último triunfo saprissista en Concacaf. “Antes estábamos a nivel de la MLS de Estados Unidos y la Liga MX. Siempre que venían acá les ganábamos, muy diferente en la actualidad. (…) Los equipos nos respetaban más. La química del camerino, su convicción y el hambre de ganar era mayor que en la actualidad”.
Estas palabras deberían llamar la atención tanto de los jugadores como del cuerpo técnico y dirigencia del Saprissa, quienes tendrían que reflexionar acerca de su pobre ambición por trascender fronteras.
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Uno podría pensar también que esa ilusión contrasta con lo que demuestra la directiva morada, que parece conforme con ganar títulos en el ámbito local, pues sabe que con ellos la feligresía saprissista está contenta.
Y para muestra un botón: luego de la eliminación de la “S” por parte del Estelí, en la Copa Centroamericana, se armó un pequeño torbellino. Muchos aseguraron que, tras ese fracaso, Vladimir Quesada sería cesado. Sin embargo, a partir de ahí los morados se montaron en una ola de triunfos que les deparó su copa número 39.
Embriagados en la euforia del título, se olvidaron del traspié ante los nicaragüenses, y hoy el Philadelphia Union, un equipo que cuando enfrentó a Saprissa apenas jugaba su primer partido oficial de la temporada, lo eliminó, pese a las serias deficiencias que mostró en defensa y que en el juego de vuelta jugó con un hombre menos durante muchos minutos.
¿Y el técnico del Saprissa?
Es claro que Quesada, a quien le reconocí sus méritos al ganar el torneo anterior con gran solvencia, en el plano internacional está en deuda. Demostró ante Estelí y ante los estadounidenses que no sabe manejar este tipo de duelos.
Bien lo dijo el exgerente del club, Jorge Alarcón, en una entrevista con ESPN Costa Rica, cuando le preguntan si el Saprissa tiene un entrenador de peso: “No, ¿Quién es el entrenador?”
Es Vladimir Quesada, le dicen. A lo que el exdirigente contesta: “¡Ah, ¿Es de peso él? ¡Será de peso ligero! Me imagino”.
Incluso, Alarcón pone el dedo sobre la llaga acerca de la inexperiencia de la dirigencia morada al cuestionar la falta de colmillo y la ausencia de objetivos allende las fronteras.
“… Yo no veo gente de experiencia, con colmillo que estén en la dirigencia del equipo. Ahí está el fallonazo grande sin duda. (…) Lo que yo veo es que la gente que está actualmente en Saprissa no sabe nada de fútbol. (…) Parece que no tienen claros los objetivos, lo que deben pelear por ello. Si te metes a una competencia de fútbol primero tienes que tener claros los objetivos y luchar por ellos. Es claro que ellos no lo están haciendo”.
Mientras tanto, la Concacaf se ha convertido, sin duda, en una gran sombra que, por ahora, mancha, y en grande, el horizonte morado.
