La reciente eliminación del Saprissa ante el Real Estelí de Nicaragua, en los cuartos de final de la Copa Centroamericana, dejó una herida profunda en todo el saprissismo.
No solo por perder ante un club nicaragüense, algo de lo que los morados se jactaban de no haber sufrido. Especialmente, porque sus archirrivales Alajuelense y Herediano sí habían mordido el polvo ante cuadros de ese país.
A pesar de que el Tren del Norte fue muy superior en ambos partidos ante los tibaseños, mi opinión es que, si el Saprissa hubiese tomado con más seriedad esta serie, si su cuerpo técnico hubiese estudiado mejor a su rival y, sobre todo, si los futbolistas hubiesen puesto la mitad de la entrega que pusieron en la final ante la Liga el torneo pasado, Saprissa habría pasado sin ningún problema.
Equipo casero
Más allá de la dolorosa descalificación, llama la atención que el Monstruo morado se ha convertido en un equipo muy casero en los torneos regionales. Hablo de Concacaf y ahora de esta Copa Centroamericana.
Si bien los saprissistas alzaron la Liga Concacaf en 2019, perdieron la final en la 2020 ante Alajuelense. Y en 2021 fueron sacados por Comunicaciones en cuartos de final, desenlace que se repitió en esta edición ante los nicaragüenses.
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Arbitraje en la palestra
Debería ocupar ya a la dirigencia morada que, durante dos ediciones seguidas de un torneo centroamericano, en donde el Saprissa debería como mínimo estar llamado a llegar a la final, el equipo sea eliminado de manera prematura.
Sin embargo, al parecer, a Horizonte Morado no le preocupa mucho trascender en estos certámenes regionales. Digo esto porque si uno hace un recuento de las participaciones de Saprissa en Concacaf, desde que asumió la actual dirigencia, la mayoría se cuenta por fracasos.
Pasos fugases del Saprissa
Las últimas siete apariciones del Saprissa en Liga de Campeones del área fueron fugaces y desastrosas.
En la edición de 2015 América de México liquidó al Monstruo con un global de 5-0 (3-0 en la Cueva y 2-0 en el Azteca).
Para 2016 la serie fue contra el Santos de Torreón, al que venció 2-1 aquí, pero fue goleado de forma humillante 6-1 en tierra azteca.
En 2017, nuevamente el América de México lo despachó con un 6-2 en el global (1-1 en Costa Rica y 5-1 en México). Para la edición de 2018 los morados ni siquiera clasificaron para el certamen.
Ya en 2019 la S cayó eliminada ante Tigres de México con un global de 5-2 (1-0 victoria en el Ricardo Saprissa y 4-1 derrota en territorio azteca).
Al año siguiente, fue sacado de competencia por el Impact de Montreal empatando ambos partidos (0-0 en Canadá y 2-2 en Tibás).
Y en 2021 fue descalificado por el Philadelphia Union con un global de 5-0 (0-1 en la Cueva y 4-0 en Filadelfia). Y la última fue en 2022, cuando perdió la serie ante Pumas con un 6-3 (2-2 en el Saprissa y 4-1 en México).
En resumen, durante la gestión de Horizonte Morado, en las apariciones del Saprissa en Liga Concacaf, han acumulado siete fracasos. Los ticos solo ganaron en dos ocasiones, empataron tres juegos y perdieron nueve veces, con solo 11 goles marcados contra 36 recibidos.
Son números contundentes que, por lo visto, la dirigencia morada no se ha preocupado por cambiar. Porque han salido goleados en seis de siete oportunidades y aún no han aprendido. Y, por el contrario, pareciera quedarse rezagado ya no en Concacaf sino también en Centroamérica. Es porque o no aprenden o su ambición no va más allá del campeonato nacional.
