En la Concacaf habían venido haciendo bien varias cosas. Pero, el más reciente anuncio con el que nos sorprendieron el lunes de esta semana, no es otra cosa que una aberración.
Los dirigentes de ese órgano se exhibieron como son. Y lo hicieron con el silencio cómplice de los miembros de las federaciones centroamericanas.
Es inaceptable que mientras los países centroamericanos pierden la mínima cuota directa que tenían en la Concacaf Liga de Campeones, se siga reconociendo un cupo para Canadá, que ni siquiera tiene una Liga profesional, y un cupo para el Caribe, pues no hay duda que, los principales equipos de esa región están por debajo del nivel de los principales equipos centroamericanos.
Nosotros, ya desde antes, insistíamos en la necesidad de que se le diera un cupo adicional en la Liga de Campeones a Costa Rica, de manera que clasificaran dos equipos de forma directa. Y, una vez que Concacaf introdujo el ranking de las ligas, era obvio que teníamos razón.
Hacer un torneo en el que las dos principales ligas del área tienen cuatro cupos fijos, y las tres ligas que siguen en el orden no tienen ni siquiera uno, es una estupidez que no se puede sostener ni siquiera por la fuerza de la dictadura.
Este es un tema que Concacaf debe revisar. Y nuestros dirigentes, comenzando por el presidente de la Federación Costarricense de Fútbol, Rodolfo Villalobos, no pueden callar ni aceptar de buenas a primeras, lo que se ha decidido. Y menos, callar ante las inverosímiles justificaciones que han dado los principales dirigentes de la Confederación.
Cuando el secretario general, Pillippe Moggio, se deja decir que “estamos creando una Liga Concacaf más grande que aumentará las oportunidades para que nuestros miembros del Caribe y Centroamérica jueguen partidos más relevantes y competitivos. Con 22 equipos participando, la ventana de acceso es más amplia, lo que brinda mayores oportunidades de clasificarse para el torneo más importante de clubes de la región, la Liga de Campeones Concacaf”, el hombre miente y lo hace dos veces.
No se aumentan las posibilidades de que los equipos centroamericanos jueguen partidos más relevantes y competitivos, cuando se les manda a jugar contra equipitos del Caribe. Y tener que clasificarse desde un torneo previo para llegar a la Liga der Campeones, no es abrir mayores oportunidades de clasificarse, porque nada mejor que avanzar por lo que se hace en la liga propia.
¿O será que el Deportivo Saprissa, la Liga Deportiva Alajuelense, o el Club Sport Herediano, para citar los tres pincipales equipos del país, van a crecer jugando contra algún equipo del Caribe? No entiendo esa ecuación.
Estos señores no deberían creerse tan superiores como para asumir que todos debemos creer semejantes tonterías. Y deberían ser honestos y explicar sus verdaderas motivaciones.
Esto que ha hecho la concacaf, a mi me da asco.