Limón FC: dos jornadas del Torneo Clausura 2021, y dos fiascos. Un comienzo interesante para un equipo que prometía un nuevo rostro, una nueva imagen, y mucho más fútbol que dar en el campeonato de fútbol de la primera división.
Un primer partido que no se pudo jugar porque Limón FC tenía una deuda por ¢55.000.000,00 con la Caja Costarricense de Seguro Social. Y un segundo partido justo previo al cual destituyen al técnico.
Ni en canchas abiertas se juntan cosas como estas. Y, claro que el equipo entró perdiendo. De paso, se trajo abajo todas las buenas intenciones que se anunciaban.
Por eso no me sorprende que no haya habido, hasta ahora, una explicación para el gran problema de fondo en el conflicto del sábado pasado, que terminó con la salida de Luis Fernando Fallas.
Sí. Limón FC emitió un extenso comunicado, más ocupado en desacreditar a Fallas que a explicar lo principal: ¿por qué un presidente de junta directiva se mete a decirle al técnico qué jugadores deben alinear en un partido?
Está claro que el presidente del equipo es el superior jerárquico del técnico. Pero, también es muy claro que cuando se contrata un técnico es para que prepare al equipo, defina la estrategia en cada juego, haga la alineación y decida los cambios según el curso del partido.
Si eso lo piensa hacer un directivo, entonces, que saque su licencia de entrenador, y ocupe el puesto. No hay nada que se lo impida. Bueno… salvo la falta de capacidad.
Ese tema está ausente en el comunicado de Limón FC, que, para más, detalla cómo a contrapelo de lo que decidió el entrenador, trataron de hacer llegar al estadio a dos jugadores con los que él no quería contar para el juego. Y, a instancias del mismo presidente del equipo, Celso Gamboa, otro llegó por su cuenta al estadio.