La lloradera injustificada en Grecia

En cada conferencia de prensa después de los partidos del Municipal Grecia, el técnico Fernando Palomeque ha insistido en advertir que a su equipo no le aplicaron el fair play.

Y ha criticado sistemáticamente a los tres equipos que se adjudicaron los puntos en los partidos que Grecia no pudo jugar.

Sus jugadores han seguido la misma línea. Sienten que se les perjudicó y que por ello no pudieron pelear la clasificación que, al parecer, el rendimiento en cancha les hubiese permitido.

Pero ¿acaso el fair play no alcanza a todos los niveles de un equipo de fútbol? Yo pienso que sí. No me queda la menor duda. Y si Grecia no cumplió con los requerimientos reglamentarios del torneo y por eso el Comité de Licencias le suspendió su participación, la verdad es que no queda nada por discutir.

Y ese punto no lo admiten ni Palomeque ni sus jugadores. Los únicos responsables de que Grecia no pudiera jugar esos tres partidos fueron los dirigentes del equipo. Y a esos, el técnico no los ha señalado. Ha criticado, sin decir nombres, a Guadalupe, a Limón y a Saprissa, por negarse a jugar los partidos y haber peleado los puntos en la mesa.

Bonito o feo, de acuerdo Palomeque o no, era lo que correspondía. Lo dije desde un inicio: ¿acaso el equipo infractor debía quedarse sin castigo bajo el risible argumento de que el problema no fue en cancha?