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Mirada Incisiva

La caída del Paté

El blog del periodista Luis Álvarez Chavarría en Deportescr

Con apenas 24 años, el nuevo gerente de Guadalupe F.C., Antonio Abasolo hijo, se zocó la faja y en su primera gran decisión destronó a Wálter Centeno del banquillo técnico de su equipo.

Sin mucho sentimentalismo y amparado en el enorme riesgo que corre el club de perder la categoría luego de la derrota del domingo ante Santos, Abasolo no lo pensó dos veces y cortó de raíz la permanencia del Paté en el equipo capitalino.

Dicho esto, me gustaría comentar sobre dos situaciones. La primera, la forma práctica en que este joven que bien podría estar en cualquier universidad estudiando, agarró el toro por los cuernos y tomó una decisión necesaria, apartada de cualquier sentimentalismo deportivo.

Incluso, al leer sus declaraciones luego del despido de Walter Centeno, es muy claro que su objetivo, a toda costa y cueste lo que cueste, es que su equipo se mantenga en la Primera División.

“Fue más que todo eso. Es el tema de los resultados que lamentablemente no se nos han estado dando. Pero está de más decir que estamos muy agradecidos con Walter por el buen proceso que hizo aquí, pero nos toca seguir viendo hacia adelante”, dijo al diario La Teja.

Abasolo de inmediato nombró a Fernando Palomeque, un viejo conocido de su padre, como nuevo estratega. Sin embargo, dejó la puerta abierta para una eventual salida en caso de que las cosas no funcionen a corto plazo.

“Por el momento va a estar de interino para el juego con la Liga. Ya después veremos. Estamos esperando a ver qué tal se ve el equipo el viernes y en caso que no sea bueno, entonces buscar otras opciones”, agregó.

Así, claro y sencillo: o da resultados o se va. Aquí no hay mucho que hablar.

Centeno el soñador

Eso me lleva al otro tema y tiene que ver con ese romanticismo del que hablaba anteriormente, ahora aplicado a la otra cara de la moneda, la del despedido Paté.

Desde que Walter Centeno ascendió con Grecia y su posterior paso por el Saprissa y últimamente en Guadalupe, una de las cosas que más se le ha criticado es su imperiosa necesidad de morir con su idea, a pesar de todos los contrastes y reveses que se ha llevado.

Ese sueño de lograr que sus equipos jueguen bajo el modelo del español Pep Guardiola no es más que eso, un sueño. Porque, sin el debido y necesario equilibrio que todo equipo debe tener, siempre estará expuesto. No en vano se ha llevado más de una goleada. En la S rompió esa marca y en su corta gestión al frente le endosaron nada menos que ocho palizas históricas. Algo que nunca había sucedido en el club en toda su historia.

Paté es un soñador, un tipo que muere con su idea a cualquier costo y eso en el fútbol es pecado. Especialmente, en uno donde priman los resultados sobre los procesos.

Centeno debe encontrar un balance entre ataque y defensa, y entender que el juego no solo consiste en tener la pelota por largos periodos de tiempo sino en llegar al arco contrario en la menor cantidad de tiempo posible, como quedó demostrado en los últimos dos Mundiales.

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