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Mirada Incisiva

La bola la tiene Rodolfo Villalobos

El blog del periodista Luis Álvarez Chavarría en Deportescr

Al momento de escribir estas líneas desconozco el resultado de la reunión del Comité Ejecutivo donde se evaluaría la labor de Luis Fernando Suárez al frente de la Selección Nacional, luego de su participación en la Copa Oro.

Es claro que lo del colombiano es insostenible. De hecho, es vox populi que dentro del fragmentado seno del Comité Ejecutivo de la Fedefútbol muchos ya se cansaron de los fracasos de Suárez y piden su inmediata destitución.

Entre ellos, por supuesto, no está Rodolfo Villalobos, quien, al parecer, se ha quedado sin respaldo de sus compañeros. Recordemos que la semana anterior el jerarca de la Federación manifestó que su mayor error fue haber aceptado el actual directorio del ente. Puso en evidencia la ruptura total con sus compañeros, los mismos que le dieron la reelección en bandeja cuando estaba en desventaja frente al otro candidato, Jorge Hidalgo.

Lo que no dijo Rodolfo Villalobos

Pero bueno, eso ya es agua pasada debajo del puente. Lo cierto es que Rodolfo Villalobos, en mi criterio, no tiene ninguna intención de destituir a Suárez. Primero, para no dar el brazo a torcer y, segundo, para no pagar una cláusula millonaria al colombiano.

Y aquí vale la pena detenerse un momento para analizar este punto. Resulta que en su momento se dijo que esta llamada cláusula de reciprocidad era por $400 mil. Es decir, si Suárez es despedido la Federación deberá cancelarle esa suma, y si el colombiano renuncia, es él quien debe abonar esa misma cantidad.

Lo que no se había dicho es que alguien en la Federación tuvo la brillante idea (aquí entiéndase con sarcasmo) de establecer esta misma cláusula para los asistentes de Suárez, y cada uno por $100 mil. Esto quiere decir que destituir el cuerpo técnico de colombianos le costaría a la Federación $600 mil.

Esta semana también se reveló que a la dichosa agencia que representa a Luis Fernando Suárez también habría que cancelarle un porcentaje por la destitución del entrenador.

Más dudas sobre el tapete

¿En qué cabeza cabe que a los asistentes había que indemnizarlos? ¿Es que acaso tenían temor de que apareciera un equipo que le iba a robar a dos personas, prácticamente, desconocidas? ¿Por qué la Federación aceptó pagar una indemnización a la agencia de representación? ¿No era suficiente ya con el lío en que los metieron con la Federación de Irak por el fallido fogueo previo al Mundial? Esas son las ocurrencias de nuestros dirigentes que cuestan mucho dinero.

Rodolfo Villalobos no se va a jugar el chance y pateará el tarro para que sea el próximo Comité Ejecutivo, que se elegirá en el mes de agosto, el que resuelva qué hacer con ese chicharrón, comprometiendo seriamente los intereses deportivos del fútbol costarricense. No solo porque habrá que seguir manteniendo a Suárez y sus asistentes con sueldos millonarios, pero sin una gota de credibilidad ante la afición. Y para más, a semanas del inicio de la Liga de naciones, eliminatoria para la Copa América 2024.

Esto es relevante porque si la decisión de despedir a Suárez la va a tomar (y es casi un hecho que así será) el nuevo Comité Ejecutivo en agosto, la Federación tendrá un mes o menos para nombrar un nuevo entrenador que arranque la preparación para el primer partido de ese torneo.

Y eso, con tan poco tiempo en el tapete, sería un nuevo atentado contra la Selección Nacional.

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