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Mirada Incisiva

Juan Carlos Rojas y la arrogancia con piel de cordero

A propósito de un tuit de la semana pasada donde el presidente del Deportivo Saprissa, Juan Carlos Rojas, volvió a jactarse de los logros de su administración, sería bueno recordarle al dirigente que la historia morada es más grande que el horizonte que él dirige.

Don Juan Carlos, a quien al parecer, solo le gusta aparecer en las maduras (típico de los que les gusta lucirse), se rajó en la publicación de marras a decir que su equipo “ha campeonizado en siete de los últimos 15 torneos. Más que cualquiera. A pesar de campañas que buscan desmeritar la labor del club, los números son contundentes; los títulos hablan y el resto es paja”.

Muy bien don Juan Carlos. Excelente su forma de acomodar las estadísticas de la forma que más le conviene. Pero le recuerdo que desde que Horizonte Morado asumió las riendas del Saprissa, en 2011, los morados han disputado 22 torneos, de los cuales, como usted bien lo indica, ganó siete, para un 32% de efectividad en cuanto a consecución de cetros. El resto es paja.

Durante tres temporadas, entre 2011 y 2014, la escuadra tibaseña no ganó nada, estuvo en un hoyo negro. Me imagino que estaban aprendiendo…

Pero más allá de eso, que al final de cuentas es una simple trivialidad, lo importante aquí es como usted, al igual que lo hicieron los dirigentes de la época de Jorge Vergara (q.d.D.g.) parecen olvidar que el legado de la institución está por encima (y mucho, dicho sea de paso), de las personas que lo dirigen. Si hay alguien que pueda arrojarse eso sería, única y exclusivamente, el patriarca morado, don Ricardo Saprissa Aymá, y nunca lo hizo.

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Resulta risible escucharlo a usted jactarse de los logros durante la gestión de Horizonte Morado, que, por cierto, siguen siendo pocos en comparación con lo ganado por el club durante la guía sabia de don Ricardo.

Pero este pecado no es solamente suyo, aunque podría aprender de ello. Como dije anteriormente, durante la era Vergara, sucedía lo mismo. Se llenaban la boca para gritar a los cuatro vientos los siete títulos conseguidos en 10 años y, por supuesto, el trapito de dominguear, el tercer lugar en el Mundial de Clubes Japón 2005. Pero, igual, se olvidaron de la historia dorada escrita por sus predecesores.

Desprecio

Y sabe, usted don Juan Carlos, (por supuesto que lo sabe), que tanto los dirigentes de Vergara como ustedes mismos en Horizonte Morado se han encargado de despreciar las conquistas hechas por dirigencias anteriores.

Cuando usted llegó al Saprissa prometió recuperar la historia del club. Así volvió el color morado original, el escudo, la mascota y dijo que haría lo posible por volver a lo que era la institución antes de la era mexicana. Y, sin embargo, solo sigue hablando de lo que su administración ha ganado. Igualito lo hacían los dirigentes nombrados por Vergara.

Incluso, le cuento, por si no lo sabe (bah, si lo sabe), cuando Jorge Vergara asumió el Saprissa, había tantos trofeos que los comenzaron a meter en una “bodega”. Incluso, debajo de una de las graderías del Estadio Ricardo Saprissa, taparon un espacio con láminas y ahí “guardaban” trofeos. Obviamente, se comenzaron a deteriorar no solo por el polvo, sino que cuando llovía el agua se filtraba y ya usted sabe.

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Cuando Saprissa ganó el título de la temporada 2003-2004, a la administración Vergara se le ocurrió poner una estrella en el uniforme del primer equipo. Habrase visto semejante arrogancia, como si no hubieran contado la infinidad de campeonatos ganados antes de eso. Al año siguiente tuvieron que eliminar la estrellita.

Es más, le cuento que en esa época solo los trofeos ganados durante esa administración se cuidaban. El resto iba a bodega o, simplemente, se perdió.

Así tratan ustedes la historia del club más ganador del país y la Concacaf. Don Juan Carlos, repase el legado de la institución que alguien le confirió representar, porque, le falta mucho para calzar los zapatos de auténticos saprissistas como Jorge Guillén, Enrique Weisleder, Eduardo Ramírez, Eladio Gómez, entre otros.

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