Al cerrarse la edición 2019 de los Juegos Deportivos Nacionales, en Deportes CR cerramos un capítulo que para nosotros ha sido muy especial.
Tras irrumpir en setiembre del año pasado como Noticias 506, para dar paso a nuestra versión actual tan solo un mes después, estos eran los primeros Juegos Nacionales que nos correspondía cubrir como medio de comunicación.
Y, entendiendo que los Juegos no están en el ámbito del alto rendimiento, y que se dan en una etapa de plena formación para todos los atletas -no solo en el plano deportivo sino, sobretodo, en el plano personal- quisimos procurar un acercamiento a ese ámbito, sin dejar de poner atención en lo deportivo, pero destacando la parte humana de los participantes.
Por supuesto que no podríamos hacerlo con todos y cada uno de los atletas, pues fueron miles. Pero, ese tacto que tiene para este tipo de cosas nuestra cómplice en la propuesta, la colega Milagro Torres, nos ha permito presentar a ustedes una serie de historias aleccionadoras de vida, ejemplarizantes, estimulantes, esperanzadoras.
Han sido historias de dedicación, de entrega, de esfuerzo, de compromiso en los jóvenes de este país.
Desgraciadamente, se suele generalizar en muchos medios de comunicación al repasar las historias judiciales y las historias policiales, y se piensa que no hay esperanza, que no hay futuro, que toda nuestra niñez y nuestra juventud está perdida.
Los Juegos Nacionales son uno tantos eventos que nos demuestran que esa visión es incorrecta. Porque hay miles de niños y jóvenes que están enfrentando la vida con una alegría y una determinación envidiables.
Desde los ciclistas que, a falta de apoyo de su propio Comité Cantonal de Deportes en Matina, salieron a pedir ayuda a la Ruta 32 para garantizar su presencia en los Juegos, hasta la nadadora que quiere premiar el esfuerzo de recuperación de su padre con una medalla, pasando por la niña que camina a sus entrenamientos en Alajuelita, o las niñas que coleccionan medallas en gimnasia y en natación, y tantas otras historias… todas llenan de esperanza.
El Estado costarricense, sim embargo, tiene hoy, todavía, muchos retos en torno a los Juegos Deportivos Nacionales, porque quedan grandes espacios de mejora. Apuntamos solo dos líneas de acción aquí. En primer lugar, hay que apoyar en sus procesos de preparación a todos estos niños y jóvenes que indudablemente son parte del futuro de nuestra sociedad. Porque para llegar a las fases finales de los Juegos, hay que recorrer todo un camino previo en el que muchos se quedan, no por falta de capacidad o de voluntad, sino por falta de oportunidades reales.
Y, en segundo lugar, ahora que se habla tanto de inclusión, hay que hacer valer el concepto en toda su extensión cuando hablamos de Juegos Nacionales. A mi particularmente, me duele mucho saber que una madre tuvo que preparar la alimentación de su hijo todos los días en su casa, porque la organización no es capaz de atender las necesidades de un deportista celiaco. Se que lo hizo con toda la buena voluntad del mundo. Pero, si su familia no tuviese los medios para hacerlo, este joven se hubiese tenido que quedar en su casa viendo los Juegos por televisión. Eso, para mi es inaceptable.
Definitivamente, los Juegos también nos dejan realidades que golpean el ánimo, y eso hay que cambiarlo.
