La falta de seriedad parece ser la marca registrada de muchos de los dirigentes del fútbol nacional, y eso, claramente golpea y limita el crecimiento del deporte de mayor arrastre en el país.
Es cierto que hay un problema de origen, y es el hecho de que el máximo órgano de la UNAFUT sea la Asamblea General, compuesta precisamente por los equipos de la primera división. Eso hace que los dirigentes de los equipos terminen por ser, en la práctica, los que mandan en el ente que organiza los campeonatos.
Eso obliga a que se requiera voluntad, y de la buena, para que el Consejo Director de la UNAFUT pueda adoptar reglas de competición que luego sean cumplidas por los equipos.
Toda esta reflexión viene al caso porque cuando se elaboró la calendarización del Apertura 2019 -no la distribución de partidos sino las fechas en las que se cumpliría cada jornada- se dejaron libres algunos fines de semana. En un caso, por el tipo de celebración que implicaba el feriado dominical y, en otros casos, para no competir con la Selección Nacional.
De entrada, se cometió el error, derivado de un torneo demasiado largo, de incluir jornadas en medio de las fechas FIFA. Pero, aún así, de deshabilitaron los dos domingos en que la Selección Nacional jugaría como local en la CONCACAF Liga de Naciones.