Justo hace unos días me comentó un buen amigo del fútbol el caso de Adrián Escalante, un excelente comunicador y acérrimo seguidor del Club Sport Herediano.
Adrián, hijo del periodista y abogado Fabio Escalante, se dedicó por bastante tiempo a clasificar y ordenar los trofeos ganados por el club florense a través de su larga y brillante trayectoria deportiva.
Además, el joven guarda como un tesoro documentos invaluables que retratan la historia de uno de los clubes más importantes del país.
Según me contaban, Adrián procuraba plasmar una idea que rondaba en el club desde su fundación: contar con un museo en el que se expusiera lo que ha sido la divisa rojiamarilla para que las nuevas generaciones tuvieran la oportunidad de conocer el rico legado de los florenses.
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Bueno… luego de todo ese trabajo exhaustivo de Adrián, la dirigencia herediana decidió prescindir de sus servicios. No sabemos qué pasará ahora con el proyecto, pero en definitiva, quien eventualmente lo asuma tendrá gran parte del terreno recorrido.
Escalante fue recibido por Sporting FC, equipo al cual se le planteó el mismo proyecto. Sin embargo, poco tiempo después, le dijeron que no, que preferían trabajar con la juventud.
Lamentablemente, las dirigencias de los clubes de fútbol en Costa Rica han despreciado la historia que los ha formado y, en algunos casos, los ha hecho lo que son hoy en día.
De un punto a la fecha
Por ejemplo, en el Saprissa, Horizonte Morado se ha empeñado una y otra vez en querer borrar el pasado de la institución, especialmente, lo que tiene que ver con la era de Jorge Vergara.
La sala de trofeos que se ubicaba en la gerencia general, donde cualquier aficionado podía llegar y observar la gloria del equipo, desapareció. Muchos de los más grandes galardones, como el trofeo del hexacampeonato, las copas de Concacaf, y otros ganados brillantemente, fueron a dar a una bodega debajo de una gradería. Ahí llevan (si todavía están ahí y no se han perdido) polvo y agua.
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Incluso, el mismo presidente morado, Juan Carlos Rojas, cada vez que la S gana un título se llena la boca en X (antiguo Twitter) haciendo un recuento de los cetros ganados desde 2014 para acá. Todo como si antes de ese año lo que el Saprissa conquistó no existiera o no tuviera importancia.
En Liga Deportiva Alajuelense sucede algo similar. Aparentemente, la junta directiva actual no quiere saber nada del pasado, ni de los logros de sus antecesores. Por ejemplo, Carlos Castro, exjugador insignia de la Liga, se quejó en un programa que en el CAR solo exhiben los trofeos obtenidos por la directiva encabezada por Fernando Ocampo; es decir, el título del Apertura 2020 y la Liga Concacaf 2020. ¿Y el resto qué…?
En el fútbol hay que copiar lo bueno
Estamos hablando de tres de los cuatro clubes más importantes de este país que han olvidado, no sé si a propósito o no la historia que los hizo grandes. A veces es por sentimientos y actitudes mezquinas y otras por orgullos estúpidos.
Por eso cuando algunos dirigentes actuales manifiestan que quieren copiar el accionar de los grandes equipos europeos suelen quedarse cortos. Porque la gran mayoría, por no decir todos los clubes del Viejo Continente tienen sus museos en donde muestran la gloria, la grandeza y el legado de sus instituciones a todos sus fanáticos.
Ojalá en Costa Rica este tipo de proyectos algún día lleguen a ser una realidad porque es en ese pasado glorioso donde se encuentra el verdadero ADN de cada institución.
