El Saprissa fue a México sabiendo que sería goleado

Las declaraciones antes y post juego denotaban en Walter Centeno y los jugadores que ellos sentían cuál sería el resultado final en el Volcán este martes. Y lo sentían como una obligación de cara a madurar hacia futuro, donde en algún momento se pueda ver a un Saprissa jugando ante cualquier equipo mexicano de tu a tu, sin sistema defensivo, atacando y proponiendo.

El ideal de Walter Centeno es buena, pero suicida. En la vuelta se necesitaba tener más control, utilizar un par de jugadores con vocación defensiva. Era obvio que no tendrían las mismas oportunidades que cuando jugaron en casa. Lo de Centeno en Mexico fue facilitar al rival la clasificación.

Es probable que el técnico morado diga que prefiere perder por 5 tratando de jugar que recibir 5 con el equipo atrás (como le pasó a Oscar Ramirez en su momento ante el mismo Tigres), pero no hay porque ponérsela fácil al rival tampoco.

Es innecesario muchas veces salir jugando, exponer las falencias del equipo (muchos no saben jugar con el balón en los pies) y vender al guardameta como se ha visto al Saprissa en juegos por torneo nacional y ante Tigres por CONCACAF.

Desde ningún punto de vista era lógico que en la vuelta jugara con el mismo once con el que ganó en Costa Rica. Hay juegos de juegos y este fue una crónica de muerte anunciada. Me gusta lo que propone Centeno pero también hay que tener un poco de sentido común a veces. La idea la mejoró con Grecia porque jugaba todos los domingos. En CONCACAF eran dos juegos nada más y por defender su idea murió rápido.