Este sábado se dio a conocer que la fecha del juicio contra el futbolista de Liga Deportiva Alajuelense, Marcel Hernández, quedó establecida para el 2024.
El delantero cubano es acusado de una presunta violación contra una menor de edad, ocurrida en agosto de 2018, cuando la supuesta víctima tenía 16 años de edad.
Esta noticia sin duda no debe de haber caído nada bien en las tiendas rojinegras, pues no solo alarga más el proceso judicial, sino que esto, sin duda, afecta psicológicamente al futbolista.
En el negocio del fútbol, los clubes compran y venden jugadores. Cuando Alajuelense decidió sacar de su billetera $250.000 para adquirir los goles del isleño, imagino que contemplaba una eventual venta al exterior.
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Mientras Marcel Hernández estuvo en Cartaginés le llovieron ofertas; tengo conocimiento de una de la MLS en la cual tentaron al artillero y al club brumoso con una suma muy superior a la que pagó la escuadra rojinegra. En esa ocasión, la venta se truncó por los problemas judiciales de Hernández que, entre otros, le impiden salir del país.
En el momento en que los manudos decidieron comprar al cubano, en apariencia, su situación judicial parecía bien encaminada, pues en agosto del 2020, cuando todavía era futbolista brumoso, el Juzgado Penal de Cartago lo liberó de las cuatro acusaciones que había en su contra por los presuntos delitos de violación.
Obviamente, la decisión quedó sujeta a la apelación de la Fiscalía.
Es posible que en la Liga no calcularan bien la situación y lo que en su momento representaba el mayor bombazo del fútbol nacional, quizá hoy los dirigentes manudos se lo hubieran pensado mejor a la hora de dar el paso.
• Sin duda, la noticia del alargamiento del juicio, que comenzó en octubre del 2018 y se extenderá durante tres años más, será un lastre mental que tanto Hernández como sus compañeros tendrán que arrastrar.
Incluso, poco tiempo antes el Saprissa estuvo a nada de fichar a Marcel, pero la directiva de Horizonte Morado sopesó no solo la situación judicial del atacante, sino también el reclamo airado de las integrantes de su equipo femenino que se manifestaron en contra de la llegada de un jugador acusado de violar a una adolescente.
Más allá de ello, las actuaciones de Marcel Hernández en Alajuelense no han sido tan determinantes como lo fueron en Cartaginés. Se habla de que el isleño es problemático, algo que viene desde sus tiempos en la Vieja Metrópoli.
El cierre del torneo anterior no fue bueno ni para él ni para su equipo, y aunque en este comienzo de campeonato ya ha marcado tres goles en tres partidos, en la Supercopa, contra los morados, pasó totalmente inadvertido.
Sin duda, la noticia del alargamiento del juicio, que comenzó en octubre del 2018 y se extenderá durante tres años más, será un lastre mental que tanto Hernández como sus compañeros tendrán que arrastrar.
Mientras, el goleador deberá cumplir medidas cautelares, como presentarse a firmar una vez al mes a un despacho judicial, no podrá salir del país, -lo cual perjudica a la Liga en el torneo de Concacaf, juegos internacionales y posibles ventas al extranjero, que por la edad de Marcel Hernández podría terminar de sepultar sus aspiraciones de jugar en el exterior-; mantener domicilio fijo y prohibición de acercarse o comunicarse con la víctima y testigos en el proceso penal.