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De inflaciones y cortinas de humo: el caso de Saprissa

Saprissa deja dudas por la forma en que arma su plantel.

Apenas unos cuantos días han pasado del nuevo año y pareciera que el mercado futbolístico costarricense ha abierto algunas viejas heridas.

La contratación bomba de la temporada sin duda alguna es, hasta el momento, la salida de Johan Venegas del Saprissa para volver a la Liga Deportiva Alajuelense.

Pero el movimiento no solo produjo un impacto mediático en las dos aficiones más numerosas del país, sino que provocó reacciones encontradas en ambas instituciones.

El primero en responder fue Juan Carlos Rojas, presidente morado, quien luego de un prolongado silencio en redes -cuando su equipo gana y anda bien es muy usual su interacción en Twitter-, afirmó que Venegas tuvo que haber recibido mucho dinero para irse del Saprissa a su archirrival.

La contra alajuelense no se hizo esperar; primero fue el directivo José Cabezas, quien aseguró que al jugador no se le está pagando ni un cinco más de lo que percibía en la escuadra capitalina y que su regreso a la provincia de los mangos tiene que ver con otros beneficios más allá del salario.

Esta semana el jerarca erizo, Fernando Ocampo, atizó más la hoguera y dijo en Radio Columbia: “Hace tres años cuando Saprissa tenía los recursos (llevarse a Venegas) ahí no se hablaba de inflación deportiva… eso es una cortina de humo”.

Aquí hay que poner varios puntos en orden. El primero es que la oferta del Saprissa a Venegas fue renovar sin aumento salarial; es decir, quedarse con el mismo sueldo. Ante ese panorama no fue muy difícil para Alajuelense concretar el regreso del delantero.

Lo segundo es que Juan Carlos Rojas sigue lanzando cortinas de humo acerca de la inflación deportiva; simplemente, porque ha sido incapaz, -o no quiere- de invertir recursos de forma eficiente en la planilla morada.

Por ello ahora recurre a los argumentos de la pandemia, de la inflación, de la responsabilidad financiera, de la ausencia de taquillas y otros más, pero hace seis meses, en las mismas condiciones, Saprissa golpeó el mercado con la contratación de Daniel Colindres y Jimmy Marín; e incluso, estuvo a pocas horas de concretar la llegada del cubano Marcel Hernández.

Me parece más lógico pensar que la directiva saprissista carece de visión, agresividad y capacidad de negociación para atraer los mejores talentos a su equipo. Porque la pandemia afecta a todos, no solo al Saprissa, como pareciera hacer creer Rojas.

Hace tres años, Alajuelense estaba en carreras debido a las congojas económicas que vivía. Recuerdo que incluso se habló de vender el estadio Morera Soto a la Municipalidad para pagar deudas y luego construir otro inmueble.

Sin embargo, de ahí a la fecha, la institución rojinegra logró no solo enderezar el rumbo financiero, sino atraer a sus filas a jugadores como Bryan Ruiz -nada barato por cierto-, Álvaro Saborío, Adolfo Machado, Júnior Díaz, entre otros.

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