Gracias a la persistencia de los representantes de los equipos y los dirigentes de la UNAFUT y de la Federación Costarricense de Fútbol (FEDEFUTBOL) se pudo terminar el Torneo Clausura 2020 de la Liga Promérica de primera división masculina.
Nosotros habíamos planteado aquí en dos ocasiones que era mejor dar por finalizada la competencia y asignar al campeón de acuerdo con las posiciones en la tabla de clasificación al cierre de la jornada 15, cuando se interrumpió el fútbol por la pandemia del COVID-19.
En esa lógica, Saprissa hubiese sido campeón nacional. La Liga habría sido el subcampeón nacional. Y para los que consideraban que era un tema muy delicado el del descenso, La U Universitarios habría descendido.
En suma, todo hubiese quedado tal cual quedó al cierre del torneo. Es cierto que alguno dirá que no había ninguna garantía de ello. Pero ¿en cuántas cosas en la vida hay garantías plenas? Dicen que solo en la muerte.
Más allá de eso, la vuelta del fútbol sirvió para poner en marcha los protocolos sanitarios pactados con el Ministerio de Salud y el Ministerio del Deporte. Hubo que hacer ajustes sobre la marcha, como en todo, especialmente después de los primeros partidos. E incluso se sancionó el estadio Juan Gobán. Pero, al final, el saldo fue más que positivo. Solo un partido no se llegó a jugar, y ciertamente fue más porque no definía nada.