El técnico del Municipal Pérez Zeledón, Amarini Villatoro se tomó tiempo después de la victoria de este miércoles por la noche sobre la Asociación Deportiva San Carlos para repasar lo que lleva de su tapa en el banquillo del conjunto sureño y cómo le costó el arranque.
Villatoro se dijo contento porque es la primera vez en el torneo que ligan dos victorias consecutivas. Pero, al mismo tiempo apuntó, sin que se le planteara el tema, que quiso romper el mito que se maneja mucho en el fútbol en el sentido de que equipo que gana repite.
Esta vez, por ejemplo, hizo movimientos en su equipo porque considera que siempre es importante refrescar líneas. Y puso de ejemplo los tres últimos partidos de la Selección Nacional de Fútbol Mayor Masculino, donde el técnico Luis Fernando Suárez siempre hizo alguna variante.
Adujo que en mucho eso se debe a la fatiga y a la carga de partidos que tienen los jugadores, algo que el cuerpo técnico siempre debe medir, más allá de que la prensa o los aficionados lo determinen o no.
Por ejemplo, movió su formación enviando como contención a Jhamir Ordain y dejando fuera a Néstor Monge en un inicio, aunque hacia el cierre del partido devolvió todo a lo que venía manejando con ambos jugadores.
Por otra parte, adujo que Pérez Zeledón va partido a partido, y ahora tiene una semana larga para planificar el compromiso que se vendrá ante Liga Deportiva Alajuelense.
“Ya con el desarrollo del torneo iremos viendo para qué estamos”, dijo el técnico advirtiendo que no quiere venderle humo ni a la afición ni a la directiva.
Repasó que ahora son 13 puntos de diferencia sobre Jicaral en la tabla acumulada de la temporada, lo cual considera importante. Pero, a su juicio, falta camino para garantizar la permanencia, toda vez que la media para no estar en riesgo en los últimos torneos ha sido 47 puntos en el año futbolístico.
Villatoro aseguró que el proceso con Pérez Zeledón ha sido un tobogán de emociones, pues tomó al equipo cuando estaba peleando abajo en la tabla de clasificación. Recordó que en Guatemala, antes de dar el salto a la Selección Nacional, en un proceso de tres años siempre estuvo peleando cosas importantes pese a dirigir un equipo pequeño.
“Hasta cierto punto fue un reto para nosotros de tratar de hacer las cosas bien y, primero, ganarnos la confianza del grupo”, señaló el guatemalteco. “Y nos costó al principio. Sufrimos. No te lo voy a negar”, afirmó.
Rescató el compromiso del grupo y el respaldo de la dirigencia, lo cual le ha permitido al equipo superar ese trance. Y ahora se enfoca más en la tarea de potenciar jugadores de la zona sur, a los cuáles les va dando cada vez mas minutos.
En su caso, habló con el presidente del equipo para hacerle ver que s importante que los minutos de menores los cumplan jóvenes de la zona, y no como en otros equipos donde quienes aportan a se esquema son jugadores que llegaron a préstamo de los equipos grandes.