De los creadores de “se acuesta jugador y se levanta técnico”, o “dirijo en un banquillo y al día siguiente estoy en el banquillo del frente”, o del “reciclaje de entrenadores”, o “para dirigir se ocupa no haber dirigido en diez años”… llega ahora “técnico por un día… o por unas horas”.
Todas estas cuestiones pasan en el fútbol costarricense. Muchas de estas situaciones parecen bromas, pero no lo son. Solo reflejan la falta de seriedad con que se maneja el deporte más importante de nuestro país, a puertas de quedar eliminado del Mundial de Qatar 2022… sí, estamos a puertas de un hecho que podría terminar por liquidar una seguidilla de actos que tienen en una mala situación deportiva y estructural, en general, a nuestro fútbol.
Ni siquiera voy a comentar lo que pasó con el presidente del Deportivo Saprissa, Juan Carlos Rojas, quien en una misma conferencia de prensa dijo dos cosas distintas sobre el director técnico que terminó por ratificarse en horas de esa tarde, para llevar adelante el cierre del torneo. Uno se queda sin palabras. Si el presidente no sabe quién va a dirigir en el momento, quizás, más crítico de la historia del Saprissa, es mejor apagar e irnos.
Lo que sí comento es que tras la salida de Roy Myers quien llegó a mitigar la crisis deportiva, en Saprissa, tras diez años de no dirigir en Primera, anunciaron un entrenador y, horas después pusieron otro. Marco Herrera salió como salvador la tarde de un domingo, y ya el martes no era el técnico, sino que era Mauricio Wright.
En fin. La poca claridad con la que se maneja nuestro fútbol termina con malos resultados. No hablo solo de clubes, hablo del fútbol nacional desde sus selecciones, en todas sus categorías, hablo del trabajo de los clubes en el torneo nacional, hablo de los clubes que al cruzar la frontera ya van perdiendo.
Si lo vemos, el reciclaje de entrenadores que pasan de equipo en equipo, que igual dirigen en Primera como en Segunda, y que, sin mirar al menos el rendimiento obtenido, igual empiezan una mañana con otro equipo, puede ser parte del mal. ¿Con qué tiempo un técnico se actualiza? Sale por una puerta, y tiene tres puertas abiertas para dirigir de forma inmediata. No hay tiempo para la reflexión y el análisis.
¿Hace cuánto no viene un técnico de renombre, del exterior, a dirigir en nuestro fútbol? Menos preguntarse si se analizan los perfiles para ver qué tipo de entrenador se quiere. Claro, aplica también para escoger a un entrenador si este es nacional.
¿Qué quieren los dirigentes de los técnicos? ¿Apagar incendios? ¿Resultados milagrosos? Entre “Paté” Centeno, Roy Myers, Marco Herrera y Mauricio Wright, hay muy distintas formas de jugar, de filosofía. Entonces, ¿cuál es el perfil por el que apuesta Saprissa? Difícil de entender.
Al cierre de esta columna, también, está la discusión sobre la mesa de aumentar a 14 equipos la liga de Primera División. Ya en otros momentos hemos hablado, que no es en el número en donde está la discusión central, sino en las condiciones para subir a 14 equipos o reducir la cantidad. Si esto es para que se congele el descenso, estamos mal.
Junto con lo primero que hablé de la elección de un entrenador, este tipo de decisiones de una tarde, una mañana, o unas horas, ponen a nuestro fútbol en un auténtico hazmerreír.