Vladimir Quesada dejó de ser el técnico del Deportivo Saprissa a partir de esta noche, según confirmó el club. El anunció llegó menos de dos horas después de que el equipo perdiera ante Puntarenas FC, 2 – 3.
Con la decisión, que Saprissa puso en términos de “mutuo acuerdo”, también salen los asistentes técnicos del cuadro morado, Randall Row y Ricardo Arguedas, sobre cuyo futuro no se precisó nada por ahora.
El comunicado sí establece que el técnico se mantendrá dentro de la institución, donde seguramente volverá a asumir responsabilidades en las ligas menores, donde estaba antes de tomar las riendas del primer equipo en el Clausura 2023.
Poco antes del anuncio oficial por parte del Saprissa, en la conferencia posterior al juego ante Puntarenas, Vladimir Quesada había reiterado que cualquier decisión sobre su puesto debía ser tomada por sus superiores.
Pero, esta vez, a diferencia de lo que dijo el martes tras la derrota ante el Antigua, de Guatemala, en la Copa Centroamericana de la CONCACAF, cuando se limitó a decir que su puesto siempre ha estado a disposición, sostuvo que habría que reunirse para discutir las opciones y tomar la mejor decisión para la institución.
En ese momento, reiteró que es empleado de planta del Saprissa, y respetará cualquier cosa que decidan las autoridades del club.
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Cuando se le preguntó sobre las manifestaciones que hizo el presidente del equipo, Juan Carlos Rojas en la semana, cuando acuerpó al gerente deportivo, Sergio Gilá, pero no fue igual con el técnico, Vladimir dijo que, si tuviera que responder algo al dirigente, “yo voy y se lo digo directamente. Hablar acá, me parece que es como fomentar el teléfono chocho”.
Al preguntarle cuánto lo impacta el que los aficionados corearan, otra vez, el “fuera Vladimir”, dijo que “yo me siento muy fuerte. Mi familia me apoya. Aquí los muchachos me apoyan. Hago deporte. Y siempre el que me sostiene es Dios, y me mantiene muy fuerte. Pero, obviamente, cuando suceden cosas como estas, todos tenemos que juntarnos y tomar decisiones de manera consensuada”.
Añadió que, si bien se ve tranquilo, “me molesta perder”, y dijo que entiende la reacción de la afición, “porque nosotros los saprissistas estamos acostumbrados a ganar. Ni siquiera nos gusta empatar. Lo vemos como derrota”.
Ya el martes pasado los aficionados habían pedido a coro su salida del banquillo del primer equipo. Ciertamente, un sector importante de ellos nunca hizo click con él, incluso cuando obtuvo buenos resultados.
