Ricardo Allen apunta a que Limón cavó su propia tumba

El técnico de Limón FC, Ricardo Allen, no puso excusas para justificar el descenso de su equipo. Reconoció que durante el torneo tomaron un cúmulo de malas decisiones que a la postre les pasó factura en el cierre más allá del tema del formato.

“Viendo cómo se estructuró el torneo y todo lo que dio, porque no podemos echarle sólo la culpa al torneo ya que nosotros también dejamos de hacer cosas durante un tiempo. Luego de estar cerca de una clasificación, dejamos de ver arriba y empezamos a estar en una zona de confort”, puntualizó Ricardo Allen.

Allen afirma que también se les sumó la inestabilidad en el cuerpo técnico pues recibieron 4 variaciones en el certamen. En principio despidieron a Luis Fernando Fallas y asumió de interino Allen; después firmaron a Daniel Casas y por último devolvieron el equipo a Ricardo Allen.

“Uno respeta las decisiones de la administración, pero eso genera desestabilidad en cuanto a maneras e ideas de juego. También afectaron los cambios de administración en los dos años anteriores. A como cambiábamos de técnicos cambiábamos de administración. Hasta este periodo hubo estabilidad en eso y fue bueno, pero no fuimos consecuentes con lo demás”, aseveró Allen.

En Limón no esperan que el descenso sea congelado, por lo que Allen dice que deben resignarse a que deben volver a la Segunda División de donde habían logrado salir hace 10 años. Manifestó que la situación es lamentable pero deben aceptarlo.

“Ya eso lo dejamos a las autoridades del fútbol, a los que planifican, a los que organizan y buscan lo que es mejor y conveniente para el desarrollo del fútbol nacional, pero nosotros no podemos quitarnos nuestra responsabilidad. No podemos pensar en imposibles, porque ahorita la realidad es que estamos en segunda división”, expresó.

El descenso golpea todos los ámbitos

Entretanto, Ricardo Allen manifestó su preocupación con el desarrollo de la provincia de Limón. Explicó que el equipo es una cuna de juveniles de la zona y el descenso golpea fuertemente toda la planeación que tenían para ligas menores.

“Es un golpe duro y sabíamos lo que podía suceder con esta situación. Nos duele por todos los jóvenes que nos mandan mensajes de apoyo, a los prospectos que siguen entrenando y sueñan con vestir la camisa de Limón FC. Los procesos de selección también se verán afectados, pero bueno, algo bueno vendrá para el equipo”, finalizó.