Hace pocos días, a escasas horas de iniciar un nuevo campeonato de fútbol, la dirigencia de Unafut anunció el nuevo balón oficial de la Primera División. Muchas nebulosas y dudas hubo alrededor del por qué no estaba esta contratación con anterioridad y, como es costumbre, pocas respuestas hay de lo que pasó con la negociación que se venía trabajando.
En fin, el asunto es que el fútbol no solo se juega con la bola. Parece anecdótico todo esto (como muchas otras negociaciones y situaciones que se dan), pero si los presidentes de clubes, muchos de ellos dueños, todos asambleístas que definen los destinos del deporte rey en Costa Rica, no se preguntan nada… pues significa que todos están contentos.
Pasaron más de dos meses desde que terminó el torneo anterior, hubo un torneo de Copa de papel, y pasan los días y nadie habla de cambios estructurales al formato de juego del torneo.
Parece que nadie se plantea en serio la pregunta de por qué los clubes costarricenses ganan poco o nada a nivel regional. Parece que marcha todo viento en popa en nuestro balompié. En serio, uno no puede visualizar en el largo plazo, menos en el mediano o corto, el proyecto de un equipo costarricense para ir a un Mundial de Clubes (que por cierto la FIFA está reestructurando). Y digo esto como la máxima justa de clubes que hay en el mundo y a la cual deberíamos al menos aspirar.
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Ni una encerrona se dio, no hubo ni siquiera una mesa de análisis (o nadie lo ha dicho) para valorar, en el fútbol de Primera, lo que ocurrió en Qatar. Como dice el lema de los puntarenenses, “el barco va que va…”. Es decir, que empiece a rodar el balón que a muchos divierte y entretiene.
Es claro que todos están contentos con la tajada económica por la clasificación al Mundial. Eso repara cualquier situación, duda o enojo. Eso ayuda a mitigar si la calidad no es la mejor. Haber ido al Mundial es un gran respiro para todo el mundo.
Y, lo otro. Pareciera que todos están muy tranquilos de cara al Mundial 2026. Todos damos, y me incluyo, por un hecho la clasificación a ese Mundial que multiplicó las plazas para Concacaf, al estar ya sembrados México, Canadá y Estados Unidos. Entonces, ¿para qué salir de la zona de confort? Parece que todos están felices con ser parte de esta estructura, y mientras menos alguien moleste, es mejor.
Si hablamos de la Federación Costarricense de Fútbol, igual. Nada pasa. Clasificamos al Mundial, fuimos a Qatar, regresamos… y todo está perfecto. Que nadie pregunte ni incomode por el fogueo y el campamento previo, que nadie analice sobre el rendimiento deportivo, que nadie diga nada de los planes de este año y menos pensar en los planes hacia 2026. Lo único que se informa es de la salida de miembros del cuerpo técnico de la Tricolor y punto. Nada pasa.
Aquí lo único que interesa es quién quede campeón cada cuatro o cinco meses, ni siquiera es un semestre completo de competición.
Así las cosas… que ruede la bola y punto, no importa la marca que sea.
