El presidente de la FIFA, Gianni Infantino dejó caer un tema muy espinoso ante el Consejo de la organización. Lo hizo justo después de que fuese reelegido para un nuevo período de cuatro años esta semana.
Infantino adelantó su intención de llegar a establecer un tope a las transferencias internacionales. Estas se han visto distorsionadas en los últimos años por el ingreso de fuertes capitales provenientes de los países del Golfo Pérsico.
“Continuaremos analizando el sistema de transferencias para asegurarnos de que todo funcione bien durante las transferencias”, señaló Infantino en un tramo de su amplio discurso ante el Consejo.
Eso era solo el preámbulo de lo que se vendría seguido: “Y es por eso que tal vez tengamos una discusión para mejorar la transparencia de las tarifas de transferencia y los salarios”, sostuvo el presidente de la FIFA.
Y añadió: “Puede ser necesario introducir un tope, y tenemos que pensar en cómo podemos calcular estos topes. Todo es posible hoy, y tendremos que mirarlo con todos los demás interesados, y veremos qué podemos hacer”.
Hasta ahora la historia no registra ningún esquema de control sobre los salarios y las transferencias de jugadores y tampoco sobre las cláusulas de resición.
En el fútbol europeo se ya se registran transferencias por encima de los 200 millones de dólares por un jugador y los salarios crecieron exponencialmente en los últimos años.
Es ha hecho que otras ligas que hasta hace pocos años podían competir, ya no están en esa posición. Eso abrió una gran brecha entre las ligas más poderosas desde el punto de vista económico y las otras.