Tras cumplir cinco meses de emergencia en Costa Rica producto de la pandemia por COVID-19 y de impuestas las restricciones sanitarias, las rutinas de las selecciones nacionales de voleibol masculino han cambiado, pero los objetivos siguen intactos.
Esteban Vega, asistente y preparador físico de las selecciones nacionales de voleibol masculino Sub 23 y Absoluto, destaca que la comunicación con los jugadores ha sido la base para crear un ambiente de responsabilidad y respeto ante la nueva normalidad.
“La comunicación con los muchachos ha sido muy positiva, abierta. Además de eso, nos hemos dado a la tarea de identificar a detalle las características de cada jugador; hemos creado un ambiente cordial respetuoso y de mucha camaradería”, destacó Vega.
A pesar de contar con la aprobación del protocolo para volver a los entrenamientos presenciales, hace unas semanas se determinó en conjunto entre la junta directiva, el cuerpo técnico de las selecciones y los jugadores, no retomarlos tras el aumento exponencial de casos positivos por COVID – 19 en el país y así no poner en riesgo la integridad de ninguno, por lo que las sesiones virtuales se han mantenido.
“Venimos entrenando los sábados, alrededor de una hora, por medio de video-conferencia. Realizamos entrenamientos con peso corporal, hemos integrado algunos elementos y nos hemos enfocado en fortalecer. Durante la semana se les deja trabajos específicos por video tutoriales o por rutinas. Son ejercicios de categoría genéricos donde se trabaja la musculación a nivel general dada la situación de que no podemos estar en cancha”, destacó Vega.